860 millones de niños viven una pesadilla, denuncia una agencia vaticana

Informe de «Fides», de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos

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ROMA, martes, 10 enero 2006 (ZENIT.org).- Víctimas de una enorme variedad de tragedias y abusos, 860 millones de niños en el mundo viven en una permanente pesadilla, mientras que su futuro es una incógnita.

Un dossier actualizado de «Fides», órgano informativo de la Congregación vaticana para la Congregación de los Pueblos, recuerda esta realidad bajo el título «Herodes: la matanza de los inocentes continúa».

«Cuando se habla de los derechos de los niños se habla de un problema que afecta a 2,2 mil millones de seres humanos, la mitad de los cuales vive en pobreza», se lee en el informe, según el cual «la aldea global es sólo una inmensa periferia para millones de niños desnutridos, vendidos, explotados, enfermos».

«Víctimas del hambre, del sida, del abandono, de la ignorancia y de la soledad» «son el escándalo de nuestro tiempo. Para 860 millones de niños en el mundo el futuro es una incógnita, el presente una pesadilla»; se les «ha robado la infancia», constata.

El informe, que tiene en cuenta datos de organismos internacionales, revela que la cifra de niños-trabajadores llega a 211 millones entre 5 y 14 años de edad; de ellos 120 millones trabajan a «tiempo completo». La mayor parte –unos 171 millones— en condiciones arriesgadas. Asia es el continente más afectado por este fenómeno.

El documento denuncia además que «en la raíz de muchas formas de explotación está el hecho de que el los países más pobres entre aquellos en vías de desarrollo, más de 50 millones de niños ni siquiera son registrados cuando nacen», una cifra que se queda algo corta para la estimación de este año sólo entre Asia y África.

A 300 mil se eleva por su parte la cifra de niños «transformados en asesinaos para matar sin piedad»: los niños-soldados en el mundo.

Combaten –«atiborrados de drogas para vencer el miedo y matar a sangre fría»– «en el frente de guerra olvidadas que ensangrientan a más de 40 países»; la mayoría de los «reclutas» tiene entre 10 y 14 años, pero la tendencia es a rebajar la edad «porque los más pequeños son considerados como la mejor mano de obra para el uso de armas ligeras, para esconderse, huir y espiar», prosigue el texto.

Veinte millones de niños viven y crecen en campos de refugiados. En los últimos diez años dos millones se cuentan entre las víctimas mortales –civiles– de los conflictos. Las minas anti-personas matan entre 15 y 20 millones de personas al año: la quinta parte son niños.

Por otro lado, la cifra de «niños de la calle» se calcula en 120 millones, la mitad en el continente sudamericano.

«Hijos de la violencia –sigue denunciando el informe–, de la salvaje industrialización, de las “favelas”, de las guerras, de la desintegración de los vínculos sociales y familiares, de los consumidores de droga y de sexo», tienen entre 5 y 16 años, pero también los hay de 3 ó 4 años.

En la mayor parte de los casos se trata de varones; las niñas se ven menos porque se pueden dedicar con mayor facilidad a tareas domésticas o a la prostitución.

Muchos «trabajan como “recicladores de desechos” en los enormes vertederos de las afueras de las megápolis del tercer milenio», una ocupación que trae «tétanos, pulmonía y envenenamiento» acabando con sus vidas. Pero también los «niños de la calle» encuentran en su realidad cotidiana «escuadrones de policía, luchas entre bandas rivales, accidentes de tráfico» y «la pequeña delincuencia».

El hambre en el mundo es otra tragedia que produce la muerte de 11 millones de niños antes de que hayan cumplido los 5 años de edad.

El sida se ceba igualmente con los niños. El balance de 2005 arroja 3 millones de muertos –medio millón son niños–, 40 millones de seropositivos –2,5 millones son menores de 14 años— y 5 millones de nuevos contagios.

Otro azote es el tráfico de seres humanos, un problema de alcance mundial que involucra cada año al menos a 1,2 millones de menores de 18 años.

Por otro lado, 4 millones de niñas son compradas y vendidas para matrimonios, prostitución y esclavitud.

«El problema de los matrimonios pactados, más de 80 millones en el mundo, impuestos a niñas de menos de 18 años, ha sido denunciado por muchas organizaciones humanitarias, también por el riesgo de muerte para las jovencísimas madres», apunta «Fides».

Las niñas representan además dos tercios de los menores que no reciben una educación; «la consecuencia es que después será mujeres analfabetas: ¡actualmente 600 millones!», subraya.

La infancia de muchas niñas se enfrenta a la mutilación genital, una práctica que sufren cada año dos millones de pequeñas. En total 120 millones de mujeres del mundo han padecido esta violencia.

El texto íntegro del informe –publicado el pasado 5 de enero– se puede descargar (por el momento en italiano) desde la web de
«Fides».

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ZENIT Staff

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