A pesar de la suspensión del culto en México, fieles rezan en las iglesias

Misa a puertas cerradas en la Basílica de Guadalupe

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MÉXICO, lunes, 27 abril 2009 (ZENIT.org-El Observador).- En un hecho inusitado la Arquidiócesis de México suspendió las celebraciones eucarísticas de este domingo, debido a la situación que prevalece en nuestro país a causa de la denominada influenza porcina, la cual esta afectando a la capital del país, así como al Estado de México y algunos estados como San Luis Potosí. 

Algunos templos capitalinos sí abrieron, sin embargo sólo fue para que los fieles rezaran por la erradicación de este mal. Otros más, elevaron oraciones para que las autoridades adopten las medidas correctas ante esta emergencia. La basílica de Guadalupe no fue la excepción y se llevo a cabo la misa dominical a las 8 de la mañana a puerta cerrada. 

Acompañado de miembros del Cabildo de Guadalupe, monseñor Diego Monroy, rector del templo mariano más visitado en el mundo, en su homilía precisó que en este momento que se vive en nuestra nación es vital la confianza y la esperanza en el Señor que es el único que salva. 

Puntualizó que el Señor Jesús nos ha tratado con verdadero amor en este momento difícil no solo de este virus porcino también de la mentira, de la corrupción, del narcotráfico, violencia, de la mentira, de la corrupción etc. 

En su alocución aseguró que el Señor es nuestra esperanza y que se traduce en el rostro dulce y amable de Santa María de Guadalupe. Pidió a la Virgen que ante esta difícil situación: «Señora, cúbrenos con tu manto, líbranos de este mal». 

Monseñor Diego Monroy pidió que sigamos puntualmente las indicaciones de las autoridades sanitarias, a la vez que también se pidiera por ellas, quienes tienen el poder de decidir para que sepan establecer medidas y prioridades para prevenir y ayudar a toda la población y en particular-señalo- a los más vulnerables. 

En su mensaje, el rector guadalupano pidió serenidad y prudencia para actuar con mucha responsabilidad y así evitar contagiar o ser contagiados. 

Al termino de la homilía se hizo una oración donde se pidió a la Virgen morena su protección y auxilio para superar pronto la epidemia que afecta a nuestra nación , además se pidió por las autoridades para que sepan establecer medidas y prioridades para prevenir y ayudar a la población. 

Por Sergio Estrada

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ZENIT Staff

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