Agencias católicas y Caritas descontentas con la Conferencia de Monterrey

«Hacen falta más acciones multilaterales para el desarrollo», afirman

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ROMA, 22 marzo 2002 (ZENIT.org).- La CIDSE (red de agencias de desarrollo católicas de Europa y de América del Norte) y Caritas Internacional se han mostrado desilusionadas por los resultados de la Conferencia de la ONU sobre financiación del desarrollo en Monterrey, México, según informa la agencia misionera Misna.

La conferencia de Monterrey culminó este viernes con la adopción por parte de los 189 miembros de la ONU de un plan global para alinear recursos con el objetivo de financiar el desarrollo de países pobres y reducir a la mitad el número de personas que viven con menos de un dólar al día para el 2015.

En un comunicado conjunto difundido este viernes, las asociaciones católicas afirman que «hacen falta más acciones multilaterales para alcanzar los objetivos de desarrollo establecidos».

Añaden que hay «tres cuestiones de gran relieve que permanecen sin resolver: ¿Con qué recursos financiar el desarrollo? ¿Qué instrumentos económicos y financieros utilizar para promover la justicia social y económica? ¿En qué modo promover una mayor coherencia de las políticas?».

Las dos redes internacionales piden a los gobiernos que se comprometan con urgencia a dar concreción a lo que se ha dicho en la Conferencia.

CIDSE y Caritas aprecian y apoyan las recientes declaraciones de algunos países donantes respecto a un refuerzo de la ayuda pública al desarrollo, así como la disponibilidad de algunos gobiernos a valorar la aplicación de una tasa sobre las transacciones de divisas internacionales (Tobin tax), iniciativa que, afirman, ayudaría a prevenir crisis financieras y generaría fondos a emplear en el desarrollo social.

Entre las peticiones renovadas por las dos redes internacionales destacan las de un nuevo esfuerzo para lograr el objetivo del 0,7% del PIB (Producto Interior Bruto) para la Ayuda pública al desarrollo; la creación de un mecanismo internacional transparente de reducción de la deuda; la creación de un Consejo de Seguridad Económica y Social, propuesto en 1995 por la Comisión de Naciones Unidas sobre la «gobernancia global» pero que nunca ha sido realizado.

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ZENIT Staff

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