Al año del asedio de la Basílica de la Natividad, Belén vive horas críticas

BELÉN, 2 abril 2003 (ZENIT.org).- Este miércoles se cumple un año del asedio a la Basílica de la Natividad, un hecho sin precedentes que mantuvo la atención mundial centrada en Belén durante 39 días. Actualmente, la situación de la población es aún más grave.

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El asedio israelí a la Natividad respondió a la ocupación de la Basílica por parte de más de 200 palestinos, entre milicianos y civiles. Todo concluyó el 10 de mayo del 2002, cuando el padre Ibrahim Faltas –responsable de la Basílica de la Natividad– acompañó fuera del complejo a los milicianos.

Trece de ellos –considerados los más peligrosos, según Israel–, fueron trasladados al extranjero.

Desde entonces, «las condiciones en Tierra Santa no han mejorado, especialmente en Belén», denunció el padre Giovanni Battistelli, Custodio de Tierra Santa, según recogió la agencia Sir .

«Los continuos toques de queda han agravado la situación –constató–, sin olvidar el proyecto de construcción de un muro alrededor de Belén que prevé la demolición de otros núcleos habitados y la separación de un grupo de 60 familias cristianas del resto de la ciudad».

«Continúan escaseando los víveres y las medicinas –subrayó el padre Battistelli–, y ahora también las casas, tras las demoliciones efectuadas por el ejército israelí».

«La Custodia ha lanzado en Belén un plan para la construcción de 36 casas para familias cristianas en necesidad y las que hayan perdido sus hogares por la demolición», explicó el religioso.

«Este programa –añadió–, al que incluso el Papa ha contribuido, representa una gran ayuda para nuestras familias cristianas, que de otra manera se ven obligadas a dejar esta tierra».

El Custodio de Tierra Santa anunció que el sábado 12 de abril, en Betfagé, se bendecirán 70 apartamentos en la Aldea de San Francisco (Cf. Zenit, 28 de noviembre de 2002). «Comprendemos las dificultades del momento actual, pero invitamos a todos los cristianos a no olvidar Tierra Santa», expresó.

«En dos mil años nunca había ocurrido que tomaran posiciones hombres armados dentro y fuera de la Natividad. Asediantes o asediados, poco cambia cuando el objetivo es matarse», declaró el padre Ibrahim Faltas a los micrófonos de Radio Vaticana .

«No puedo olvidar que en la iglesia de la Natividad, en el lugar más santo de todo el mundo, fueron asesinadas ocho personas y más de veinticinco resultaron heridas», relata el sacerdote.

Durante aquellos días convivieron 240 palestinos, 30 religiosos, 4 religiosas, 3 greco-ortodoxos y 3 armenios. «Pudimos constatar que el Señor siempre estuvo con nosotros», dijo.

De acuerdo con el padre Faltas, la condición de la población de Belén «es terrible», puesto que el 85% vive del turismo, un sector bloqueado en este momento. «Además, con la guerra en Irak, el desempleo supera ya el 90%», constató.

El padre Ibrahim Faltas lanzó finalmente un mensaje a la comunidad internacional: «Trabajad por la paz en Tierra Santa. Si queréis la paz en todo el mundo, ante todo debéis resolver el problema entre palestinos e israelíes».

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ZENIT Staff

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