BERLIN, 8 nov (ZENIT.org).- La Santa Sede considera que la decisión de la organización de laicos católicos alemanes «Donum Vitae» de permanecer en el sistema estatal de consultorios para el aborto constituye un acto de desobediencia a las disposiciones de Juan Pablo II.
Según informaba ayer el «Frankfurter Allgemeine Zeitung», el nuncio apostólico en Alemania, el arzobispo Giovanni Lajolo, ha revelado los contenidos de una carta en la que el cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación vaticana para la Doctrina de la Fe, explica que «quien continúa operando en el sistema de los consultorios se pone en abierta contraposición al Papa».
La toma de posición tiene lugar en respuesta a las preguntas de algunas mujeres católicas que habían pedido la opinión de la Iglesia sobre las actividades de la organización «Donum Vitae».
La cuestión de los consultorios del aborto ha sido un motivo de debate en el seno de la Iglesia católica en los últimos años. Con el objetivo de ayudar a mujeres con problemas y de salvar vidas humanas, los obispos decidieron participar en el sistema de consultorios del aborto por los que tiene que pasar una mujer en caso de que quiera someterse a un aborto. En el país, esta práctica es ilegal, pero, bajo ciertas condiciones, está despenalizada.
Ahora bien, este sistema hacía que el certificado emitido por estos centros católicos se convirtiera en un medio indispensable para abortar. Una colaboración implícita en el aborto que suscitaba indudables problemas éticos y malentendidos entre la gente sobre la postura de la Iglesia en esta materia.
El año pasado, Juan Pablo II, en respuesta a una consulta presentada por los mismos obispos alemanes sobre la cuestión, pidió que los centros católicos ofrecieran su consulta pero que no emitieran el certificado. Esto suponía, sin embargo, renunciar automáticamente a las subvenciones estatales que recibían los centros.
En la última asamblea plenaria, celebrada por la Conferencia Episcopal Alemana, a finales de septiembre, los obispos anunciaron que, tras un período de transición, para finales de este año los consultorios católicos dejarán de emitir certificados que dan acceso al aborto. <br>
Ahora bien, según aclaró el presidente del episcopado, el obispo Karl Lehmann, esto no significa que la Iglesia renuncie a cumplir con su deber de ayudar a las mujeres embarazadas. Por eso, ofrecerá una gama más amplia de servicios a las madres con problemas: desde ayuda financiera hasta la búsqueda de una casa (Cf. «La Iglesia alemana dará ayuda financiera a las madres encinta con problemas»). Esta decisión, sin embargo, no ha sido compartida por la asociación «Donum Vitae».
