'Álvaro del Portillo atendió las necesidades de los más necesitados'

El arzobispo de Madrid, Mons. Osoro, presidió la misa en honor del primer sucesor de san Josemaría en la Catedral de La Almudena 

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El arzobispo de Madrid, Mons. Carlos Osoro, presidió este lunes por la noche la concelebración eucarística en la catedral de La Almudena en honor del beato Álvaro del Portillo, del que destacó que fue «un hombre de Dios que dio su vida con obras, y atendió las necesidades concretas de los más necesitados».
 
El arzobispo citó al beato Álvaro del Portillo como «intercesor al que pido su ayuda para mi misión pastoral en Madrid, y cuento seguro con su intercesión. El beato Álvaro, que quería especialmente a Madrid, su ciudad,  intercederá por nosotros». En su intervención inicial tuvo un recuerdo para el prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echevarría, «al que me une una amistad sincera y cordial».
 
Para Mons. Osoro, «el beato Álvaro nos recuerda que la Iglesia y el mundo necesitan de un gran espectáculo, el de la santidad. Y le pedimos que seamos capaces de ofrecer ese espectáculo a todos».
 
El que fuera primer sucesor de san Josemaría, fundador del Opus Dei, fue beatificado en Madrid el pasado 27 de septiembre y la Iglesia celebra este martes su fiesta litúrgica, con la celebración de eucaristías en todo el mundo. Además, se realiza una recogida de alimentos en 20 ciudades españolas, señaló la Oficina de Información de la Prelatura en un comunicado.
 
En una catedral llena de fieles, el arzobispo de Madrid pidió fomentar «la cultura del encuentro de la que habla constantemente el papa Francisco» y destacó que Mons. Álvaro del Portillo «se empeñó en entregar el mensaje salvífico a todos los hombres, conociendo  las realidades concretas, sin la indiferencia de la globalización y dando a esa situaciones la luz que sólo Jesús puede dar».
 
Por último, Mons. Osoro destacó «la belleza de la vida de don Álvaro, sólo centrada en Dios, que le hacía ver la gran misión que el Señor le había regalado junto a san Josemaría para dedicar la vida entera con toda su fuerza a buscar a los hombres para llevarles a Dios y reunirlos con alegría, humildad y cariño».

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ZENIT Staff

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