América Latina y Caribe: Encuentro de Pastoral Afroamericana

«Participación de la mujer negra en el desarrollo y construcción de las Américas»

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LIMA, 13 febrero 2003 (ZENIT.org).- Con una festiva ceremonia celebrada este martes en la diócesis del Callao se inició el IX Encuentro de la Pastoral Afroamericana (IX EPA) organizado el Secretariado Ejecutivo de Pastoral Afrocaribeña (SEPAC), la Secretaría Pastoral Afroamericana (SEPAFRO) del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y la diócesis que lo acoge.

Congrega a delegaciones provenientes de Panamá, Brasil, Ecuador, Venezuela, Colombia, Bolivia, México, Honduras, Haití, Paraguay, Estados Unidos, Guatemala y Perú.

El encuentro continental, que contó con la presencia del Nuncio Apostólico en el Perú, el arzobispo Rino Passigato, comenzó con una eucaristía presidida por monseñor Miguel Irizar Campos, obispo del Callao (Perú) y presidente del IX EPA.

Fue concelebrada por monseñor Eugenio Arellano, obispo de Esmeraldas (Ecuador) y presidente del SEPAFRO; monseñor Guido Breña, Obispo de Ica (Perú), y monseñor Juan José Larrañeta, secretario general de la Conferencia Episcopal Peruana.

Durante su homilía monseñor Irizar recordó las palabras que el Santo Padre dirigió a los pueblos indígenas y a los pueblos afroamericanos –en la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Santo Domingo en 1992– en las que recuerda que «representan una parte relevante en el conjunto del continente y que con valores humanos y cristianos también con su cultura, enriquecen a la Iglesia y a la sociedad en tantos países».

Según el prelado, esta propuesta del Papa «no ha penetrado lo suficiente en muchos de nosotros, pastores y fieles del pueblo de Dios que peregrina en América, lo que significa una deuda pendiente y un pecado de omisión de nuestra parte».

Por ello señaló que obispos, sacerdotes y fieles se han reunido en este encuentro con el deseo de comprometer en la tarea evangelizadora de la Iglesia de manera particular al mundo afrodescendiente de América Latina y el Caribe, que los empuja amorosamente a actuar consecuentemente.

«Dentro de esta mirada y compromiso eclesial los obispos reconoceremos especialmente el aporte de la mujer negra en el desarrollo y construcción de las Américas y más específicamente en la edificación de las iglesias locales y de la Iglesia de nuestro continente, en el espíritu del Sínodo de América que nos habla de una Iglesia en una América común, fraterna y solidaria», destacó monseñor Irizar.

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ZENIT Staff

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