Año jubilar por el 25º aniversario de las apariciones marianas en Ruanda

Anuncia la diócesis de Gikongoro

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KIBEHO, viernes, 10 noviembre 2006 (ZENIT.org).- La diócesis ruandesa de Gikongoro ha anunciado un año jubilar para celebrar los 25 de la primera aparición de la Virgen María en Kibeho.

El lugar, donde comenzaron las apariciones marianas en 1981, no sólo es meta de peregrinación nacional, sino también internacional.

Según el relato de los videntes, la Virgen se presentó en lengua local como «Nyina wa Jambo» -«Madre del Verbo»-, invitando a la conversión, a la oración y al ayuno.

En una ocasión mostró imágenes impactantes: un río de sangre, personas que se daban muerte unas a otras y cadáveres abandonados sin nadie que los enterrara.

En los años siguientes la terrible visión se relacionó con el genocidio que convulsionó Ruanda entre 1994 y 1995; Kibeho fue uno de los escenarios más sangrientos de aquella tragedia.

En 2003, el entonces prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos –el cardenal Crescenzio Sepe- consagró en el lugar de las apariciones el santuario mariano dedicado a Nuestra Señora de los Dolores en Kibeho, y manifestó su esperanza de el punto de peregrinación se transformara en un lugar en el que naciera un pueblo ruandés renovado en la fe y en el perdón.

El dicasterio misionero –a través de su órgano informativo «Fides»- se ha hecho eco esta semana del comunicado en el que la diócesis de Gikongoro presenta el año jubilar por el 25º aniversario: «Las apariciones de la Virgen en Kibego con su mensaje son, sin duda, una fuente de bendición del Cielo para la Iglesia, y una posibilidad para una nueva evangelización de la sociedad actual», se lee en el texto.

Las apariciones comenzaron el 28 de noviembre de 1981 y concluyeron el 28 de noviembre de 1989. «Ambas fechas se consideran como una referencia histórica importante para todos los que desean conocer las apariciones de Kibeho con su mensaje», añade el comunicado firmado por el padre Eugène Dushimurukundo, canciller de esta diócesis ruandesa.

La Iglesia católica reconoció oficialmente estas apariciones el 29 de junio de 2001, tras dos décadas de estudio por parte de dos comisiones –médica y teológica- que estableció el obispo local, recuerda la Congregación misionera de la Santa Sede.

Se declararon válidas las apariciones a tres videntes: Alphonsine Mumureke, Nathalie Mukamazimpaka y Marie Claire Mukangango.

El obispo de Gikongoro, monseñor Augustine Misago, anunció –en un mensaje del pasado 8 de septiembre- que las celebraciones por este 25º aniversario darán, pues, comienzo el próximo 28 de noviembre –fiesta de Nuestra Señora de Kibeho-, según un programa propuesto por el comité pastoral del santuario mariano.

El prelado indica a los fieles: «Para celebrar dignamente el año jubilar debemos ofrecer actos concretos a la luz del mensaje de Kibeho».

Entre ellos apunta: «Orar según las intenciones del Papa durante el año, reforzar la participación en la Misa con la comunión eucarística, recibir el sacramento de la Reconciliación».

«Reconciliarse con quien consideremos un enemigo -añade-, pedir perdón a quien hemos ofendido y perdonar a quien nos ha ofendido, respetarse los unos y los otros dando muestras de tolerancia recíproca en familia, entre vecinos, en el trabajo, en las reuniones y en otras circunstancias sociales».

A estos gestos suma también «actuar con valor por la verdad y la justicia para todos, sobre todo en las condiciones actuales de los tribunales “Gacaca” (tribunales populares y tradicionales encargados de juzgar a los implicados en el genocidio de 1994), que deben ser adecuadamente gestionados para evitar que se transformen en foros de injusticia y de ajuste de cuentas con la cobertura de la ley».

Y anima igualmente el prelado, con vistas al año jubilar, a «multiplicar los actos de caridad y de misericordia, sobre todo durante la Cuaresma, apoyando a asociaciones humanitarias como “Caritas” y otras que persiguen objetivos de este tipo».

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ZENIT Staff

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