CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 30 noviembre 2005 (ZENIT.org).- Ante las «alarmantes» cifras de los enfermos de sida, Benedicto XVI lanzó un llamamiento este miércoles a la comunidad internacional a la «prevención» de esta enfermedad y a la «asistencia solidaria».
La invitación del Papa, lanzada en la víspera de la Jornada Mundial contra el sida, convocada por las Naciones Unidas, resonó en la plaza de San Pedro del Vaticano al final de la audiencia general, en la que participaron más de 23 mil peregrinos.
El Santo Padre pidió de la comunidad internacional «un renovado compromiso en la obra de prevención y en la asistencia solidaria hacia aquellos que han quedado golpeados».
Y añadió levantando la voz: «¡Las cifras difundidas son alarmantes!».
Este miércoles, el Consejo Pontificio para la Salud, publicó el mensaje del cardenal Javier Lozano Barragán, su presidente, escrito con motivo de esta jornada, en el que se calcula que, en el año 2005, las personas afligidas por el virus VIH llegan a 40,3 millones, de las cuales 2,3 millones eran menores de 15 años.
En el año 2005 han contraído el virus del VIH 4,9 millones de personas, de las cuales 700.000 son menores de 15 años y en ese mismo año han muerto debido al sida3,1 millones de personas entre las cuales 570.000 jóvenes con menos de 15 años.
«Siguiendo de cerca el ejemplo de Cristo –recordó el Papa en su llamamiento–, la Iglesia siempre ha considerado el cuidado a los enfermos como parte integrante de su misión».
«Aliento, por tanto, las numerosas iniciativas, en particular las promovidas por las comunidades eclesiales para desarraigar esta enfermedad y me siento cercano a los enfermos de SIDA y a sus familias, invocando para ellos la ayuda y el consuelo del Señor», concluyó.
