Apenas ordenado, se impide ejercer su ministerio al obispo auxiliar de Shanghai

Monseñor Thaddeus Ma Daquin

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ROMA, martes 10 julio 2012 (ZENIT.org).- Según informaciones provenientes de China, a monseñor Thaddeus Ma Daqin, ordenado obispo auxiliar de la diócesis de Shanghai el sábado 7 de julio, se le impide ejercer normalmente su ministerio episcopal.

El obispo –informa la agencia Eglises d’Asie, “estaría ‘descansando’ en el seminario de Sheshan, cerca de Shanghai, pero las autoridades le prohibirían actuar como obispo. Las informaciones no dicen la naturaleza de las restricciones de las que sería objeto monseñor Ma, pero se puede pensar que los motivos está relacionados con el hecho de que, en la misa de ordenación en la catedral de Xujiahui, en Shanghai, el nuevo obispo “oficial” declaró que, deseaba consagrarse enteramente a su ministerio episcopal y dimitía de sus funciones en la Asociación Patriótica de los católicos chinos.

El 7 de julio, la catedral de la diócesis de Shanghai estaba repleta. Cerca de 1.200 personas la llenaban. Una incertidumbre planeaba sin embargo sobre el desarrollo de la ceremonia. En efecto, si monseñor Ma iba a ser ordenado obispo auxiliar de la diócesis con el acuerdo del papa, entre los obispos que habían tomado lugar en torno al altar se encontraba un obispo ilegítimo (ordenado sin mandato pontificio). En el momento de imponer las manos al nuevo obispo, sólo el obispo consagrante y sus dos asistentes, todos obispos en comunión con Roma, lo hicieron, a saber monseñor Aloysius Jin Luxian, el antiguo obispo “oficial” de Shanghai (de 96 años), asistido por monseñor Joseph Xu Honggen, de Suzhou (provincia de Jiangsu), y monseñor Joseph Shen Bin, de Haimen (Jiangsu). Los otros tres obispos presentes en la catedral no lo hicieron, se situaron a concelebrar en medio de los sacerdotes: se trataba de monseñor Joseph Cai Bingrui, de Xiamen (Fujian), de monseñor John Baptist Li Suguang, de Nanchang (Jiangxi) –los dos en comunión con Roma–, y de monseñor Vincent Zhan Silu, de Mindong (Fujian) –que no ha sido ordenado con el acuerdo del papa–.

En signo de protesta contra la presencia de monseñor Zhan Silu, solo una pequeña parte de los 86 sacerdotes del presbiterio “oficial” de Shanghai asistió a la catedral. Se contaban 30 sacerdotes en torno al altar para concelebrar la misa de ordenación, de los que solo doce incardinados en la diócesis de Shanghai. Si embargo, entes del inicio de la misa en la catedral, una treintena de sacerdotes de Shanghai se habían reunido en la capilla del obispo, adyacente a la catedral, para oir la lectura de la bula papal nombrando a monseñor Ma obispo auxiliar y escuchar a este último pronunciar su profesión de fe.

Después del sacramento de la ordenación episcopal el nuevo obispo, monseñor Ma, dijo palabras hasta ahora inéditas: “Me acuerdo de lo que nuestra Santa Madre la Iglesia me recordó recientemente: cuando hayas recibido el ministerio episcopal para secundar a monseñor Jin [Luxian], será necesario consagrar todas tus energías al ministerio episcopal y al trabajo de evangelización, y será vergonzoso seguir asumiendo ciertas responsabilidades. Por ello a partir de este momento de mi ordenación no es ya deseable para mi ser miembro de la Asociación Patriótica”, declaró, desencadenando en la asistencia una vibrante ovación y largos aplausos.

Con este gesto, monseñor Ma es el primer obispo “oficial” que públicamente anuncia que deja la Asociación Patriótica. Antes del 7 de julio, era vicepresidente de la Asociación para Shanghai y era miembro de su comité permanente a nivel nacional. Se puede recordar aquí que, en su carta de primavera de 2007, Benedicto XVI había escrito que el hecho de adherirse a la Asociación Patriótica era incompatible con la doctrina católica

En su homilía, monseñor Ma hizo también alusión a los sacerdotes de Shanghai que no habían asistido a su misa de ordenación. “Por razones particulares, nuemerosos sacerdotes de la diócesis así como religiosos no han podido estar aquí. Yo querría decir que les amo y que estamos en comunión de oración”, declaró, palabras que, se informa desde Shanghai, han sido especialmente bien recibidas por el clero shanghaiano.

Varias veces, monseñor Ma hizo referencia a el mismo como habiendo sido “ordenado en tanto que auxiliar” del obispo de Shanghai. La precisión tiene su importancia dado que el papa ha efectivamente nombrado a monseñor Ma Daqin obispo auxiliar de Shanghai pero que Pekín le considera como obispo coadjutor de esta diócesis. Para todos los católicos de Shanghai, está claro que monseñor Ma será llamado el día de mañana a suceder a monseñor Jin Luxian, pero también es claro que afirmándose como “auxiliar”, monseñor Ma se sitúa en el orden jerarárquico tal como ha sido querido por Roma: el ordinario de Shanghai es monseñor Joseph Fan Zhongliang, de 94 años, obispo “clandestino” muy debilitado por la enfermedad, su coadjutor es monseñor Jin Luxian, obispo “oficial” de la diócesis, y su auxiliar es monseñor Ma Daqin.

Al día siguiente, 8 de julio, monseñor Ma Daqin no celebró la misa de acción de gracias prevista en la catedral. El sacerdote que celebraba, el padre Joseph Gu Zhangjun, parecía muy afectado, así como la asistencia, donde se multiplicaban los rumores sobre la ausencia del monseñor Ma.

Inasequible a partir del sábado 7 de julio por la tarde, monseñor Ma pudo no obstante ser localizado el 8 de julio por la tarde, cuando algunos sacerdotes de Shanghai recibieron un SMS de su parte, en el que explicaba “tener necesidad de un tiempo de descanso y de retiro personal”. Escribía también: “Con el acuerdo de monseñor Jin [Luxian], estoy junto a Nuestra Señora de Sheshan”.

Según las fuentes eclesiales de Shanghai, la desaparición de monseñor Ma durante 24 horas y su ausencia en la misa del domingo no pueden sino estar relacionadas con su toma de posición en su ordenación. El 7 de julio, los funcionarios presentes en la misa de ordenación “tenían el rostro grave y cerrado cuando dejaron la catedral”, informa un testigo. En el tradicional banquete después de la ordenación, las tres mesas reservadas a los funcionarios quedaron vacías.

El disgusto de las autoridades parece pues evidente. Confirmado por el hecho de que las instancias “oficiales” de la Iglesia, la Asociación Patriótica y la Conferencia Episcopal no han, hasta la fecha, publicado ningún informe relativo a la ordenación de monseñor Ma, contrariamente a su costumbre en caso de ordenación episcopal y como lo hicieron para la ordenación episcopal de Harbin el 6 de julio. En internet, en los sitios católicos en China, las informaciones relativas a la ordenación de Shanghai han desaparecido (especialmente el video en el que se ve a la asistencia aplaudir en la catedral) y los motores de búsqueda chinos no reenvían más que informaciones relativas a su elección como obispo. Un bloqueo mediático parece haber sido decretado. Este domingo, el sitio de Xinde (La Fe) “invitaba a la oración por monseñor Ma Daqin que tendría que presidir la eucaristía en la catedral de Xujiahui por primera vez como obispo, y que había sido cogido el sábado por desconocidos”, precisando que se “acababa de saber que sus movimientos eran limitados y que se le prohibía ejercer su ministerio episcopal”. Este lunes, el enlace hacia esta información ya estaba bloqueado.

Además, el viernes 6 de julio, la ordenación episcopal ilegítima –pues se hizo sin mandato pontificio- del padre Joseph Yue Fusheng se desarrolló como habían previsto las autoridades. En la catedral del Sagrado Corazón de Jesús en Harbin, ante una magra asamblea de 400 personas y en presencia de una cuarentena de sacerdotes, el padre Yue recibió la ordenación episcopal de cinco obispos en comunión con Roma. El obispo consagrante era monseñor Johan Fang Xingyao, de Linyi (presidente de la Asociación Patriótica a nivel nacional); asistido por monseñ
or Paul Meng Qinglu, de Hohhot (Mongolia interior), por monseñor Paul Pei Junmin, de Shenyang (Liaoning), por monseñor John Wang Renlei, de Xuzhou (Jiangsu), y por monseñor Joseph Yang Yongqiang, de Zhoucun (Shandong). Durante la ceremonia, en presencia de un importante despliegue policial, el padre Yue declaró: “Yo se que el camino ante mí es arduo, pero no tengo remordimientos. Estoy dispuesto a conformarme a la voluntad de Dios y a llevar mi cruz”. Tres días antes de la ordenación ilegítima, la Santa Sede había publicado una nota recordando que la ordenación del padre Yue al episcopado era contraria al derecho de la Iglesia, que ponía en peligro a la Iglesia católica en China y que los prelados que tomaran parte se exponían a una pena de excomunión automática.

Nacido en 1964, ordenado sacerdote en 1988, el padre Yue era el último de los vicepresidentes nacionales de la Asociación Patriótica “elegidos” en diciembre de 2010, que no era obispo.

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ZENIT Staff

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