Así lo confirmó en Santiago el vicepostulador de la causa, padre Jaime Correa. El sacerdote aseguró que se trata del paso más importante para que la Iglesia Católica declare santo al Padre Hurtado, según informa el diario «El Mercurio».
Para la canonización faltan otras dos etapas, el Congreso de Teólogos y la reunión de cardenales y obispos.
Sobre el milagro, el padre Correa manifestó que fue una persona que sufrió un problema cerebral que deja complicaciones neurológicas.
El postulador de la causa en Roma, padre Paolo Molinari, envió un fax al padre Correa en que le informa: «Hace cinco minutos la Consulta Médica ha terminado el caso y el resultado ha sido positivo. La Consulta Médica ha declarado por unanimidad, después del análisis y discusión del caso, que la recuperación repentina y total es inexplicable según la ciencia médica».
El padre Correa agregó que a fines de año el tema puede ser analizado por el Congreso de Teólogos, para después revelar la identidad de la persona favorecida con el milagro, y en marzo próximo podría realizarse la reunión de cardenales y obispos.
Según explica el portal católico chileno Iglesia.cl</a>, el proceso de santificación del padre Hurtado, que ya en vida era llamado santo, tiene tres etapas que forman parte de los requisitos y pasos que sigue la Iglesia Católica para verificar y aceptar que tal reputación corresponde realmente a la realidad y que Dios obró y obra a través de la determinada persona.
El primer paso se produjo el 5 de agosto de 1976, cuando se abrió la causa para que fuera nombrado Siervo de Dios. Luego, el 21 de diciembre de 1991 el padre Hurtado pasó a ser Venerable tras decretarse la heroicidad de sus virtudes.
El 21 de diciembre de 1993 el Papa firmó el decreto de Beatificación, lo que permitió al Pontífice presidir la ceremonia del 16 de octubre de 1994 en la Plaza de la Basílica de San Pedro, en que se declaró Beato (feliz) al padre Alberto Hurtado.
Uno de los milagros que avaló la beatificación del padre Hurtado es el que vivió María Alicia Cabezas Urrutia, asesora del hogar de 34 años, quien en menos de 30 días en 1990 sufrió 3 hemorragias cerebrales masivas y dos infartos cerebrales. Hoy la mujer no tiene secuelas.
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