Argentina: Los que menos tienen son los que más aportan

En la Colecta Más por Menos

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BUENOS AIRES, 25 agosto 2002 (ZENIT.orgAICA).- La diócesis de Añatuya, una de las más pobres de Argentina, ocupa el tercer puesto en el «ranking» de aportación a la Colecta Más por Menos realizada en 2001, y que este año se llevará a cabo los días 7 y 8 de septiembre en todo el país.

Con 14 centavos per cápita, está a la par de San Francisco y sólo es superada por Buenos Aires y San Isidro.

Al analizar esos resultados, el obispo de Añatuya y responsable de la Colecta, monseñor Antonio Baseotto, afirmó que más allá de que «la cantidad de dinero que puede aportar nuestra gente es muy pequeña, aquí también vale aquello de que «el corazón es grande»», y que «la gente del monte es más generosa porque tiene más cerca el dolor y más lejos la comodidad».

El compromiso de Añatuya con «Más por Menos» es parte de la «herencia honrosa que nos dejó monseñor Gottau», quien creó la iniciativa hace 33 años, explicó su sucesor.

«Creo que debemos seguir intensificando nuestros esfuerzos en la campaña –insistió–, en primer lugar porque es una forma práctica y concreta de crecer en la caridad», y al hacerlo, «vamos madurando como cristianos. La caridad que exige sacrificios nos hace tomar conciencia de otros aspectos de la solidaridad que tanto se pregona y tanto falta en nuestra patria».

Se trata de «un camino de conversión que debemos emprender para conseguir la salud moral de nuestra sociedad enferma de egoísmo, y por eso en franca decadencia. Ya se ha convertido en un lugar común hablar de la «crisis moral» argentina»:

Monseñor Baseotto subraya que «junto con la caridad es saludable también mover a la práctica de la austeridad, cuidar lo poco que tenemos, la cultura del trabajo, la capacidad de sacrificio, sabiendo renunciar en bien de otros. Lo hago personalmente y exhorto a los sacerdotes y agentes de pastoral que lo hagan también. Vayamos adelante con el ejemplo».

«Veamos a «Más por Menos» –propuso– no sólo como un medio para ayudar a quienes están en la pobreza, sino especialmente para educar en el amor y en la capacidad de compartir».

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ZENIT Staff

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