Arrestado un obispo en China en el día de clausura de las Olimpiadas

Monseñor Julius Jia Zhiguo, pastor de Zhengding (Hebei)

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PEKÍN, lunes 25 de agosto de 2008 (ZENIT.org).- En el día de la clausura de los Juegos Olímpicos, monseñor Julius Jia Zhiguo, obispo de Zhengding (Hebei), fue arrestado por la policía y actualmente se encuentra en un paradero desconocido, según han revelado varias fuentes de información.

El obispo, que estaba sometido desde hace meses a arresto domiciliario, informan la agencia Asianews.it, órgano informativo del Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras, y la Fundación Cardenal Kung.

Según explica Asianews.it, «el obispo celebró la misa dominical, en presencia de algunos fieles en la catedral de Wuqiu. A las 10 de la mañana, cuatro policías entraron en el recinto sagrado y se lo llevaron sin decir nada. Los fieles no saben en qué lugar se encuentra ni los motivos de su detención».

Según la agencia, «durante el período de las Olimpiadas el gobierno había sometido a arresto domiciliario a muchos obispos y sacerdotes de la Iglesia subterránea», es decir, los que no adhieren a la Asociación Patriótica Católica China, dependiente de las autoridades comunistas.

«El mismo monseñor Jia estaba sometido a vigilancia las 24 horas del día. La policía había construido una barraca ante la casa del obispo para facilitar los puestos de guardia de día y de noche».

«Las fuerzas del orden habían prohibido toda reunión de cristianos durante las Olimpiadas para evitar tensiones y problemas de imagen para China. Pero un millar de fieles de la diócesis de Zhengding, desafiando a la prohibición, se reunieron en el día de la Asunción de María (el 15 de agosto) en la catedral. La policía, para evitar conflictos, ordenó al obispo que celebrara misa, pero sin salir de la Iglesia», informa Asianews.it.

Monseñor Jia, de 73 años, pasó 15 años en la cárcel (de 1963 a 1978). Desde 1989 está bajo control de la policía. En estos años ha sido arrestado y liberado al menos doce veces, con esta última detención. En el pasado, el Vaticano ha alzado la voz para pedir su libertad. Su diócesis cuenta con 110.000 católicos, al menos 80 sacerdotes y más de 90 religiosas.

Monseñor Jia ha creado un orfanato que atiende a 100 niños, muchos de ellos con discapacidades. «El orfanato necesita ayuda médica y financiera», informa la Fundación Cardenal Kung.

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ZENIT Staff

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