El prelado advierte que «la norma legal aprobada promueve una conciencia moralmente errónea sobre la cuestión, tiene una eficacia simbólica, un mensaje implícito contra la institución familiar y contra valores morales fundamentales».
«Los niños que, por desgracia, se hayan visto privados de una familia propia, tienen derecho a crecer en un ambiente familiar que se asemeje lo más posible al de la familia natural de la que carecen –reitera el ex presidente de la Conferencia Episcopal Española–. ¿Qué derecho se puede invocar para que un niño tenga que vivir premeditadamente sin la figura del padre y de la madre?».
«Al niño adoptado en esas condiciones le faltará la experiencia de la paternidad o de la maternidad –continúa monseñor Yanes–. La carencia de la figura del padre o de la madre no se sufre sin grave daño para el niño, pero en este caso se agrava porque ha de vivir bajo el influjo de dos “padres” o dos “madres”».
Por otra parte, el prelado denuncia en su carta semanal, que puede consultarse en la web del arzobispado de Zaragoza (www.arzobispadodezaragoza.org), que la aprobación de la ley que permite la adopción de niños por parte de parejas homosexuales en Aragón obedece a la «presión de grupos minoritarios».