CARACAS, martes, 12 febrero 2008 (ZENIT.org).- La a crisis de abastecimiento alimentario producto del embargo a la empresa petrolera del estado PDVSA, el incremento de la violencia civil y el agravamiento de las relaciones entre Colombia y Venezuela son los principales temas que analizarán los obispos de Venezuela durante esta semana en una reunión extraordinaria, según ha anunciado el presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), monseñor Ubaldo Santana.
Según informa la agencia vaticana Fides, monseñor Ubaldo se ha mostrado especialmente preocupado por la reciente congelación de los activos de Petróleos de Venezuela por parte de la empresa Exxon, pues teme que se agrave el abastecimiento de alimentos del país.
«Esta decisión es altamente preocupante, porque puede afectar las relaciones internacionales, el abastecimiento de nuestro país, y por consiguiente la vida de nuestros pueblos en una área tan álgida como es la alimentación», señaló.
Hay niños, a dicho, que se pueden ver afectados «en su crecimiento por los meses que han pasado sin poder contar con la atención necesaria».
Respecto a las relaciones con Colombia señalo que «es necesario que las relaciones entre ambos países vuelvan a encontrar el camino de la paz, del acuerdo y del entendimiento», lo cual es «altamente favorable para la vida económica y para millones de colombianos de uno y otro lado de la frontera y por supuesto de nosotros los venezolanos que toda la vida hemos querido mantenernos con un espíritu fraterno y cercano a lo que ocurre en Colombia».
En este sentido señaló que «hay que encontrar soluciones rápidas para que no aumente el deterioro» a la vez que ha mostrado su aprobación por «la posición que ha asumido la Conferencia Episcopal Colombiana de ayudar a resolver el clima de violencia que reina desde hace cincuenta años en la vida política colombiana y a favorecer y a pedir que se reestablezcan las relaciones formales entre nuestros países».
Monseñor Santana se muestra satisfecho por la liberación de rehenes colombianos pero pide que el gobierno venezolano se mantenga cercano al colombiano «para que las cosas marchen mas fluidamente y puedan consolidarse mutuamente las relaciones».
«Oramos y aconsejamos y estamos dispuestos a poner de nuestra parte como pastores para todo lo que pueda favorecer un clima de conversación y entendimiento entre los dos gobiernos», afirma el presidente de la Conferencia Episcopal.
El último tema previsto en agenda durante el encuentro de los obispos será «el clima de violencia que se ha instaurado en el país desde el inicio del año, esto es un detonante, una bomba de tiempo que hay que desactivar lo mas pronto posible porque no puede producir nada bueno si se deja que se instale en el país, y que genere mayor violencia y confrontación».
