Asesinado el sacerdote colombiano Emiro Jaramillo

El presbítero no había recibido ningún tipo de amenazas contra su vida

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SANTA ROSA DE OSOS, lunes 21 de diciembre de 2009 (ZENIT.org).- El sacerdote colombiano Emiro Jaramillo Cárdenas fue asesinado ayer en horas de la madrugada en su apartamento, ubicado en la localidad de Santa Rosa de Osos, a 74 kilómetros de la ciudad de Medellín.

Según sus conocidos, el religioso, quien se desempeñaba rector de la capilla El Señor de La Humildad no había recibido ningún tipo de amenaza contra su vida.

Su cuerpo fue hallado por un familiar suyo quien, extrañado de que no llegara a la capilla fue a buscarlo. Encontró la puerta de su apartamento ajustada y al entrar halló el cadáver que presentaba heridas hechas con arma blanca.

El obispo de la diócesis de Santa Rosa de Osos, monseñor Jairo Jaramillo Monsalve expresó mediante un comunicado su pesar y e indignación por la muerte del sacerdote: «la diócesis se une a su familia rechazando este acto de barbarie y orando por su descanso eterno», expresó el prelado.

También se pronunció sobre el hecho el alcalde de Santa Rosa de Osos: «Estamos consternados por esta situación pues la comunidad quería mucho al padre Cárdenas por su ayuda y dedicación».

El padre Jaramillo se desempeñaba también como director del archivo diocesano: “Era muy inquieto por la historia. Era miembro del Centro de Historia de Santa Rosa de Osos. Asimismo, era un asesor permanente para todos lo procesos de la diócesis”, declaró Fabían Rendón Ospina, director de comunicaciones de la diócesis.

El padre Emiro Jaramillo nació en 1936. Fue ordenado sacerdote en 1966. A partir de 1999, trabajó por recuperar la capilla del Señor de la Humildad, un lugar lleno de historia y espiritualidad y hoy muy querido por los fieles de esta localidad. Hasta ese año había sido utilizado como una bodega.

Actualmente decenas de sacerdotes colombianos prestan su servicio bajo amenazas de grupos armados. Incluso 17 obispos reciben protección de parte de la Policía. El obispo auxiliar de Medellín, monseñor Víctor Manuel Ochoa recibió también recibió a principios de este mes una amenaza contra su vida.

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ZENIT Staff

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