VILLAVICENCIO, 7 noviembre 2003 (ZENIT.org).- En menos de un día ha sido asesinado otro sacerdote en Colombia, el padre Henry López, cuyo cuerpo se halló en su casa de Villavicencio, capital del departamento de Meta, el pasado miércoles.
Según fuentes policiales citadas por «Radio Cadena Nacional», el cadáver del padre López fue descubierto en la casa parroquial cuando la empleada doméstica llegó para realizar sus tareas habituales.
El sacerdote de 44 años, que estaba al frente de la parroquia de El Remanso, estaba maniatado en una silla y amordazado. Fue apuñalado. Se estima que el crimen ocurrió el martes pasado por la noche.
Las autoridades no se han atrevido a facilitar datos sobre las posibles causas del homicidio o sobre sus autores.
El diario «El Tiempo» recoge las declaraciones del obispo de Villavicencio, monseñor Octavio Ruiz: «Por el momento, no conocemos que tuviera alguna amenaza en su contra».
Se trata del segundo asesinato de un sacerdote católico en Colombia ocurrido probablemente el mismo día.
También el martes pasado fueron asesinados por unos desconocidos el padre Saulo Carreño y Maritza Linares mientras se dirigían a cumplir una visita a enfermos del hospital de Saravena, en el conflictivo departamento de Arauca.
