Audiencia repleta en la plaza de San Pedro, a pesar de una amenazadora lluvia

A los presentes les dio una tarea: «Cuando llegan a casa fí­jense la fecha del bautismo, porque es la fecha de nuestro nacimiento en la Iglesia»

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Se va transformando en costumbre que cada miércoles el papa Francisco decida salir antes a la plaza de San Pedro para pasar más tiempo saludando a los fieles desde su jeep. Hoy eran las 9.45 cuando Francisco ha comenzado su recorrido por los pasillos formados en la plaza. Y como de costumbre se ha ido deteniendo a besar y bendecir a los niños y recoger algún presente que le hacían.

A pesar que el clima hoy no era el más apetecible porque amenazaba lluvia, la plaza estaba repleta de gente que ha acudido para compartir y escuchar al santo padre en su catequesis semanal. Los peregrinos procedentes de todas las partes del mundo, mostraban sus banderas, sus pancartas mostrando mensaje de cariño y cercanía al santo padre. Finalmente el sol ha brillado durante toda la audiencia.

Francisco ha hablado sobre el Ministerio de la Iglesia.  Ha reconocido que para él la imagen más bella de la Iglesia es la «Iglesia como Madre». También ha recordado que un cristiano no está aislado porque pertenece a la Iglesia, así mismo «la fe es un regalo, un don de Dios» que nos llega a través de la Iglesia. Del mismo modo subraya que no se pertenece a la Iglesia como se puede pertenecer a una sociedad o a un partido.  

El papa ha preguntado a los presentes «¿cuántos de vosotros recuerdan la fecha de su bautismo?» y ha puesto como «tarea» que al llegar a casa cada uno mire cuándo fue, porque es la fecha de nuestro nacimiento en la Iglesia y es una fecha para celebrar y dar gracias a Dios por ello. Así mismo ha querido recordar que la Iglesia somos todos, «no sólo los sacerdotes» y «Dios nos quiere a todos por igual».

En sus palabras en español,  Francisco ha recordado que el Concilio Vaticano II dice «que la Iglesia es nuestra madre en la fe, en la vida sobrenatural».  La Iglesia es madre porque «engendra nuevos cristianos», ha matizado el pontífice; ya que por el Bautismo, «los hace nacer a la vida divina y establece  con ellos un vínculo vital, interior, como el de una madre con sus hijos».

Además, ha proseguido, «como buena madre, los ayuda a crecer y a ser responsables, los alimenta, los educa, los cuida con ternura a lo largo de su vida. Así, la Iglesia nos anuncia la Palabra de Dios como luz para el camino, nos nutre con la Eucaristía, nos procura el perdón divino, nos sostiene en los momentos de sufrimiento y dificultad».

Un gran entusiasmo despertó entre los peregrinos argentinos, cuando el papa les nombró, en particular a una delegación que venía de Salta. «No se olviden del Señor, con su amor…» les dijo. 

El saludo a los peregrinos recobra en estos días un significado especial debido a la delicada situación que vive Oriente Medio, a ellos les ha recordado que la «Iglesia es madre que comparte con sus hijos las alegrías y los dolores, los fracasos y los éxitos, las caídas y las victorias; es la Madre que nos ha generado en la fe, nos nutre con el pan de la vida, con la palabra de Dios y con los sacramentos; es la Madre que acompaña nuestro crecimiento y nos invita a salir de nosotros mismo para llevar la Buena Noticia a cada persona: porque el bien crece con el compartir, la luz se incrementa con la expansión y el amor se multiplica con la difusión».

VER EL TEXTO COMPLETO DE LA CATEQUESIS

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Staff Reporter

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