Australia, traumatizada por el acto terrorista en una cafetería

El arzobispo de Sí­dney: ‘Hay algo más grande que el odio y la violencia, es el amor que trae el Prí­ncipe de la Paz en Navidad’. Los dos rehenes murieron como héroes

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Australia se une ahora a Canadá como víctima de la lucha contra el Estado Islámico. Su notoria participación en la coalición internacional que combate el avance de los yihadistas en Siria e Irak ha convertido al país en objetivo de ataques terroristas perpetrados por los temidos «lobos solitarios». Las alarmas saltaron ayer tras el episodio de la toma de una cafetería en el centro de Sídney que terminó con la muerte de dos rehenes y del atacante, el clérigo iraní Man Haron Monis, que retuvo durante más de 16 horas a varias personas.

Ante la trágica pérdida de vidas humanas y el hecho de que mucha gente está ahora traumatizada, el arzobispo de Sídney, Mons. Anthony Fisher ha ofrecido este martes la misa por las víctimas del asedio y sus familias, los supervivientes, la policía, los trabajadores de emergencias, las autoridades cívicas y los líderes políticos.

En su homilía, el prelado australiano ha asegurado que «no estamos acostumbrados a escuchar palabras como ‘estado de sitio’, ‘terrorista’, ‘rehenes’ y ‘fuerzas de seguridad’ asociadas a nuestra ciudad». Sin embargo, durante las últimas horas varios ciudadanos fueron inmovilizados contra las ventanas de un céntrico café de Sídney y «obligados a sostener una bandera que utiliza blasfemamente el nombre de Dios». «Nos ha tocado el infierno», ha añadido.

«Hoy el corazón de nuestra ciudad está roto por la muerte de dos ‘rehenes’ inocentes junto con su torturador, las lesiones a otras cuatro personas y el trauma de muchos más», ha lamentado. «Sólo la historia podrá decir cuánto afectará a nuestra actitud, comportamiento y estilo de vida el 16 de diciembre de 2014», ha apuntado. «El riesgo es que nos convirtamos en personas cautas, cínicas, desconfiadas de nuestros vecinos, o peor, que nos rebelemos contra ellos», ha advertido Mons. Fisher.

El arzobispo de Sídney ha destacado también el heroísmo de las dos víctimas mortales. Según los informes, viendo una oportunidad, el encargado de la cafetería agarró la pistola del agresor. «Trágicamente se disparó causándole la muerte, pero provocó la respuesta de la policía y la libertad para la mayoría de los rehenes», ha relatado. La otra persona fallecida, ha indicado, «estaba protegiendo a su amiga embarazada de los disparos». «Estos héroes estaban dispuestos a dar sus vidas para que otros pudieran vivir, imitando el sacrificio de Cristo, que dijo que no hay mayor amor que el que da la vida por los demás», ha destacado.

Por último, Mons. Fisher ha realizado un llamamiento a la calma, la oración y el apoyo mutuo. «Hay algo más grande que el odio y la violencia», ha recordado. Se trata del amor que trae el Príncipe de la Paz en Navidad, ha concluido. 

Por su parte, la policía ha confirmado que el asalto de las fuerzas de seguridad al café donde se encontraban los rehenes y el secuestrador fue provocado por una serie de tiros o explosiones dentro del establecimiento. El comisario de policía de Nueva Gales del Sur, Andrew Scipione, ha explicado que los agentes sobre el terreno «tuvieron que tomar una decisión, porque creyeron en aquel momento que si no entraban se podrían haber perdido muchas más vidas».

Monis falleció poco después de llegar al hospital. Las otras dos víctimas mortales son la abogada Katrina Dawson, de 38 años, y el encargado de la cafetería, Tori Johnson, de 34. Además, el secuestro terminó con otras seis personas heridas. Uno de ellos es un agente de policía que sufrió una herida de bala pero que ya ha salido del hospital. El resto son rehenes, entre ellos dos mujeres embarazadas que tuvieron que ser atendidas por los servicios sanitarios pero sin heridas graves. Otras dos personas sufrieron heridas de bala, pero se encuentran estables.

El secuestro ha conmocionado a un país que en los últimos tiempos ha visto cómo decenas de compatriotas salían de sus ciudades para unirse a las filas del Estado Islámico en su guerra en Irak y Siria. Australia, que cuenta con una amplia comunidad de musulmanes, ha sufrido en el pasado otros ataques islamistas. En el atentado yihadista de Bali en 2002 murieron 88 australianos de un total de 221 fallecidos. Y en 2004, un coche bomba en la embajada de Australia en Yakarta acabó con la vida de más de diez personas. Con todo, los líderes musulmanes que viven en el país llamaron ayer a la calma y destacaron la buena convivencia de esta comunidad, alejada del radicalismo de algunos individuos concretos.

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Iván de Vargas

Profesional de la comunicación con más de 15 años de experiencia en la información religiosa. A lo largo de su dilatada trayectoria, ha desempeñado diferentes responsabilidades: delegado diocesano de Medios de Comunicación Social de Córdoba y director de la Revista Primer Día; director de comunicación de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM); redactor jefe del Semanario Alba, y responsable de comunicación de María Visión España, donde ha dirigido y presentado diferentes programas de TV. Asimismo, ha sido colaborador de diferentes medios de comunicación nacionales e internacionales (Cadena Cope, Popular TV, Intereconomía TV, Radio Intereconomía, La Nación, Trámite Parlamentario y Municipal, Radio Inter, Radio María, Semanario Alfa y Omega, Avvenire, etc.). En este tiempo, ha estado especialmente vinculado a la cobertura informativa de las actividades del Papa y la Santa Sede. Actualmente es redactor de la agencia ZENIT. También es miembro fundador de Crónica Blanca y socio de la Unión Católica de Informadores y Periodistas de España (UCIP-E).

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