MADRID, 20 junio 2003 (ZENIT.org-VERITAS).- Antonio López Istúriz, secretario general del Partido Popular Europeo, ha confirmado en una conversación telefónica mantenida con la Agencia Veritas, que «el presidente de ese Partido, José María Aznar, defenderá ante la Conferencia Itergubernamental la mención explícita de la herencia cristiana en el preámbulo de la Constitución Europea».
El presidente del Gobierno Español expresó este jueves sus intenciones durante el encuentro que mantuvo con los líderes del Partido Popular Europeo en Salónica, antes del inicio de la cumbre.
«El trabajo de la Conferencia Intergubernamental será un momento decisivo en la redacción de la Constitución Europea, y tal como el presidente Aznar anunció en Salónica, es necesario defender una vez más la herencia cristiana, sin la cual es impensable hablar de Europa», dijo López Istúriz.
«El Partido Popular Europeo, que es el mayoritario en estos momentos en el Parlamento Europeo, siempre ha defendido esta tesis», añadió.
Según el secretario general del PPE, los proyectos presentados por su grupo para la redacción de la Constitución Europea «han sido tesis más flexibles que la actual, en algún caso se sugería como modelo párrafos de la Constitución polaca».
Sin embargo, López Istúriz afirma que en el estado actual de desarrollo del texto constitucional europeo «sólo podemos seguir lo que hagan los primeros ministros, aunque Aznar va a apoyar la mención del cristianismo».
«Ya veremos si la propuesta popular tiene éxito, porque, como sabéis Giscard d’Estaing no es partidario de hacerlo», afirma
Antonio López Istúriz insiste en que «el Partido Popular Europeo, cuyo origen es cristiano demócrata, defenderá sus principios, sobre todo cuando representa la mayoría parlamentaria en Bruselas».
«Queríamos hacer oír nuestra voz porque la propuesta actual sobre la herencia de Europa no nos parecía satisfactoria», añade.
Valéry Giscard d’Estaing, como jefe de la Convención para el Futuro de Europa, es el encargado de elaborar la Constitución y el pasado 13 de junio presentó un proyecto en Bruselas, en el que la mención de la herencia cristiana era absolutamente marginada.
