CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 21 septiembre 2005 (ZENIT.org).- Ante los anuncios de un futuro choque de civilizaciones, Benedicto XVI alentó este miércoles una práctica del deporte que contribuya a promover la solidaridad entre pueblos y culturas.
Antes de comenzar la audiencia general, la plaza de San Pedro se convirtió en un improvisado terreno de diez mini-campos de fútbol en los que jugaron los niños participantes en el proyecto «Fútbol-Cares», que promueve la promoción humana en diceiséis países del Este de Europa.
La iniciativa ha sido organizada por el Comité ejecutivo de la UEFA (Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol, según sus siglas en inglés), por la Federación Italiana de Fútbol, en colaboración con el Consejo Pontificio «Cor Unum».
Los 26.000 peregrinos que participaron en el encuentro con el Papa asistieron a la competición deportiva de los quinientos niños con sonoros aplausos.
Tras la tradicional catequesis, el Papa dirigió unas palabras especiales a los deportistas y directivos presentes en la plaza para «subrayar la importancia del deporte, disciplina que, si se practica respetando las reglas, se convierte en instrumento educativo y en transmisor de importantes valores humanos y espirituales».
«Que el acontecimiento de hoy reavive en cada uno el compromiso de hacer que el deporte contribuya a construir una sociedad caracterizada por el respeto recíproco, por la lealtad de los comportamientos y por la solidaridad entre todos los pueblos y culturas», afirmó.
El Papa saludó personalmente al presidente de la UEFA, Lennart Johansson, a miembros del Comité Ejecutivo, así como a embajadores de los países representados en esta iniciativa.
Johansson afirmó después: «Es algo realmente especial. Aunque sea protestante, me he dado cuenta de lo que representa el Papa para la mayoría de la gente en el mundo. Nuestra audiencia de hoy con él, junto con personas de todo el planeta, y la manera de recibirnos, me ha dejado una gran impresión. Para todos, fue una experiencia inolvidable».
El proyecto nació hace dos años de la colaboración entre la Santa Sede y la Federación Italiana de Fútbol, con ocasión de la visita de la selección italiana a Juan Pablo II en noviembre de 2003.
El proyecto «Fútbol-Cares» ha lanzado el programa «Apoyo a Distancia», que busca ofrecer adopción a distancia a niños necesitados, promover intercambios, e incluso la organización de cursos para entrenadores y árbitros de los países del Este europeo.
Los países implicados en la iniciativa han recibido además, a través de la Santa Sede, ayuda económica y material deportivo infantil.
Las naciones involucradas, además de Italia, son: Albania, Armenia, Azerbaiján, Bielorrusia, Bosnia-Herzegovina, República Checa, Estonia, Georgia, Kazajistán, Letonia, A.R.Y Macedonia, Moldavia, Polonia, Rumania, Eslovaquia y Ucrania.
