Benedicto XVI anima a los gitanos consagrados a servir a su propio pueblo

En el Ángelus del domingo

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CASTELGANDOLFO, lunes, 24 septiembre 2007 (ZENIT.org).- Al saludar este domingo, tras el rezo del Ángelus, a los participantes en el I Encuentro Mundial de Sacerdotes, Diáconos, Religiosas y Religiosos Gitanos, el Papa les invitó a profundizar su vocación y su misión entre su pueblo de origen.

«Queridos hermanos y hermanas, que el tema de vuestro congreso: “Con Cristo, al servicio del pueblo gitano”, se haga cada vez más realidad en la vida de cada uno de vosotros. Por esto ruego y os confío a la protección de la Virgen María», dijo Benedicto XVI.

El encuentro, organizado por el Consejo Pontificio de Pastoral para los Emigrantes e Itinerantes, se celebra en Roma, del 22 al 25 de septiembre.

El tema está inspirado en el número 101 de las «Orientaciones para una Pastoral de los Gitanos», en las que se subraya la necesidad de una especial solicitud de la Iglesia por las vocaciones gitanas con el fin de facilitar una auténtica «implantatio Ecclesiae» (implantación de la Iglesia) en este ambiente.

El documento fue publicado por el dicasterio el 8 de diciembre de 2005, con el beneplácito de Juan Pablo II, y es el primer texto oficial de la Iglesia universal dedicado a este pueblo.
Cuarenta sacerdotes, más diáconos, religiosas y religiosos de origen gitano, participan en el encuentro, que coincide con el décimo aniversario de la beatificación de Ceferino Giménez Malla, el primer gitano elevado a la gloria de los altares (4 de mayo de 1997).

El domingo por la tarde, los participantes fueron en peregrinación al Santuario del Divino Amor, donde en una iglesita dedicada al beato Ceferino Giménez Malla recitaron el rosario a Nuestra Señora en homenaje al beato mártir de esta oración.

Los gitanos conocidos bajo varios nombres (pueblo romaní, sinti, manouches, calés, zíngaros, gipsies, yeniches, etc.), son un grupo que procede del norte de la India y, en sucesivas migraciones, atravesaron toda Europa hasta llegar a todo el mundo. El nombre gitano, procede de la palabra «egiptian», ya que los etnógrafos de la época creían equivocadamente que este pueblo procedía de Egipto. Romaní, o rom, hace alusión a su lengua, en la cual, con variantes, se entienden los gitanos de todo el mundo.

Su número gira en torno a los 36 millones en todo el mundo. Se considera que 18 millones viven en la India. En Estados Unidos hay un millón. En España, su número ronda el medio millón. Sin embargo, las cifras son todas orientativas, porque, aunque la situación ha cambiado mucho, no es fácil que todos pasen por el registro civil.

Según estimaciones del Consejo de Europa, en el viejo continente habría entre nueve y doce millones, con una señalada concentración en los países del Este.

Se estima que hay un centenar de consagrados gitanos, de los que una quinta parte están en la India (veinte sacerdotes). Siguen Hungría, con diez presbíteros y consagrados, Eslovaquia, España, Rumanía e Italia.

Francia es hasta ahora el único país en el que el director nacional de la Pastoral para los Gitanos es un sacerdote romaní, ayudado por otro sacerdote, tres diáconos permanentes, dos religiosas y una laica consagrada, todos ellos gitanos.

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ZENIT Staff

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