Benedicto XVI celebra los cincuenta años de los misioneros «fidei donum»

Surgidos con la encíclica homónima de Pío XII

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CIUDAD DEL VATICANO, martes, 8 mayo 2007 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha querido rendir homenaje a los miles de sacerdotes diocesanos de todo el mundo que desde hace cincuenta años han dejado su tierra para partir como «don de la fe» (en latín, «fidei donum») a tierras de misión.

Lo hizo el 5 de mayo pasado al recibir a los participantes en el Congreso mundial de los misioneros «Fidei donum», que se celebra en Roma para conmemorar los cincuenta años de la encíclica «Fidei donum» de Pío XII, publicada el 21 abril 1957.

Hasta la publicación de ese documento, en general, los sacerdotes misioneros pertenecían a institutos religiosos. Con aquella propuesta, como explicó Benedicto XVI, su predecesor alentó «un ulterior tipo de cooperación misionera entre las comunidades cristianas llamadas «antiguas» y las apenas nacidas o que estaban despuntando en los territorios de reciente evangelización».

De este modo, constata el Papa Joseph Ratzinger, la Iglesia ha contado en los cinco decenios pasados con miles de sacerdotes «fidei donum», «partidos junto con religiosos y voluntarios laicos en misión por África y por otras regiones del mundo, a veces a costa de muchos sacrificios para sus diócesis de pertenencia».

Por este motivo, el obispo de Roma dio gracias «estos hermanos y hermanas nuestros, algunos de los cuales han derramado su sangre por difundir el Evangelio».

Estos misioneros, reconoció, experimentan ahora dificultades a causa de «la disminución y el envejecimiento del clero en las diócesis que en otros tiempos enviaban misioneros a regiones lejanas».

«En el contexto de una extendida crisis vocacional, esto constituye un desafío que hay que afrontar», reconoce. Ahora bien, a pesar de los problemas, el Santo Padre invita a ver el futuro «con confianza», porque existen «signos de esperanza que testimonian en todo el mundo una alentadora vitalidad misionera del pueblo cristiano»

«El Dueño de la mies no dejará de enviar obreros a su mies si se lo pedimos con confianza e insistentemente en la oración y mediante la escucha dócil de su palabra y de sus enseñanzas», concluyó.

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ZENIT Staff

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