CIUDAD DEL VATICANO, domingo 9 de noviembre de 2008 (ZENIT.org).- El Papa explicó hoy que es importante que la comunidad “cuide” el templo en el que se reúne para rezar, durante su intervención con motivo del rezo del ángelus, en la fiesta de la Dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán, la primera que se construyó tras el Edicto de Milán en el año 313.
“La fiesta de hoy celebra que Dios quiere edificarse en el mundo un templo espiritual, una comunidad que le adore en espíritu y en verdad. Pero esta celebración nos recuerda también la importancia de los edificios materiales, en los que las comunidades se reúnen para alabar a Dios”, añadió el Papa.
Explicó que esta fiesta de la Dedicación de la Basílica Lateranense, que inicialmente se celebraba sólo en la ciudad de Roma, se extendió en el siglo XVI a toda la Iglesia latina.
“De esta forma, honrando el edificio sagrado, se pretende transmitir amor y veneración por la Iglesia romana que, como afirma san Ignacio de Antioquía, “preside en la caridad” de la entera comunión católica”, afirmó.
El Papa explicó que el templo material es importante porque es expresión de ese “templo espiritual”, que es la comunidad cristiana.
“La belleza y la armonía de las iglesias, destinadas a dar gloria a Dios, nos invita también a nosotros los seres humanos, limitados y pecadores, a convertirnos para formar un “cosmos”, una construcción bien ordenada, en estrecha comunión con Jesús, que es el verdadero Santo de los Santos”.
Por esto, añadió, “toda comunidad tiene el deber de custodiar con cuidado sus propios edificios sagrados, que constituyen un precioso patrimonio religioso e histórico”.
