Benedicto XVI en Alemania reafirmará la primacía de Dios

Briefing del padre Lombardi sobre el próximo viaje apostólico del Papa

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CIUDAD DEL VATICANO, viernes 16 de septiembre de 2011 (ZENIT.org).- El Tercer Viaje pastoral y primero oficial de Benedicto XVI a Alemania, del 22 al 25 de septiembre, ha sido detallado por el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, a los periodistas presentes hoy en la Sala Stampa.

Como punto principal de un viaje tan lleno de acontecimientos, el portavoz sugirió a los presentes que entendiesen primero el lema de la visita papal: “Donde hay Dios hay futuro”, para no perderse en los detalles como el logotipo que sugiere la gente que camina hacia la cruz.

Además del programa explicado al detalle, el portavoz ha indicado a los periodistas algunas dificultades vinculadas con la lengua y el territorio alemán, para evitar desagradables malentendidos, indicando además las novedades. Entre estas, el hecho de que el Papa ha sido invitado por el presidente del Parlamento federal alemán, el Bundestag, y por tanto será la primera vez que Benedicto XVI hable ante un Parlamento. Sobre las quejas y las ausencias que implicarán a decenas de personas, indicó el padre Lombardi que es “un problema interno de la política y del Parlamento Alemán, ya que el Papa hará un discurso para todos los presentes”.

Sobre el vuelo que llevará al Papa Ratzinger de Berlín a Erfurt, un avión A-340 de la Luftwaffe, el portavoz ha querido precisar que “es el que usan las autoridades en visitas oficiales”, y por tanto no se ha querido cambiar nada.

Un periodista preguntó al padre Lombardi si el hecho de que el viaje fuese tan corto y son dirigir un discurso a la Conferencia Episcopal alemana, no quería decir que huía de las protestas.

Lombardi precisó que un viaje de cuatro días no es un viaje breve en absoluto, y que además está muy lleno de compromisos. El hecho de que no haya un discurso a la Conferencia Episcopal no quiere decir, de ningún modo, que se quiera evitar a los obispos, ya que estando Alemania “a un tiro de piedra”, las reuniones con los prelados son frecuentes.

De hecho, en el centro de las preguntas estaba el memorándum sobre las reformas, presentado el otoño pasado por 256 teólogos alemanes, austriacos y suizos, que pedía la abolición del celibato de los sacerdotes y la admisión de las mujeres al sacerdocio. Contra el memorándum se expresó la Conferencia Episcopal alemana, confirmando, al mismo tiempo, la disponibilidad al diálogo sobre la vida y las estructuras de la Iglesia.

El padre Lombardi recordó que “sobre esto existe un momento de diálogo, reflexión y debate dentro de la Iglesia de Alemania y por tanto no hay que esperar que el Papa entre en los detalles”; invitó además a “tomar en serio la petición de Benedicto XVI para este viaje, es decir “volver a lo fundamental. Porque la Iglesia depende de si se creerá en Dios y Jesucristo muerto y resucitado y no sobre el celibato. Y sobre dónde está Dios en relación con la sociedad, a un nivel sustancial y profundo”.

La misa en alemán se celebrará el domingo 25, mientras que el resto de días será con el canon latino, como en todas las misas de los viajes papales.

El portavoz ha pedido que no se sorprendan si el discurso con los seminaristas no llegue impreso, ya que será de memoria y sugirió pedir a los colegas, de habla alemana, los posibles añadidos que el Papa haga a sus discursos.

Sobre la longitud y “riqueza” del viaje, que será un esfuerzo grande para una persona de 84 años, Lombardi ha considerado que la cantidad de compromisos, como los 17 discursos además de una veintena de encuentros, se debe también a que Benedicto XVI juega en casa, es decir “en su lengua y sin necesidad de traductores y por tanto sin un esfuerzo de valorar las palabras de otra lengua”, además de ser “un clima de estima y aprecio, con encuentros cordiales y en un contexto más familiar”.

El viaje de cuatro días tiene tres etapas centrales: “Berlín, una ciudad muy secularizada”, Erfurt, una ciudad de la Alemania del Este, y Friburgo, donde existe una población más católica”.

Programa

La llegada al aeropuerto de Berlín Tegel, con Alitalia, desde donde Benedicto XVI llegará para la bienvenida en el Castillo de Bellevue, reuniéndose allí con el presidente alemán, Christian Wulff, para el intercambio de regalos.

Después irá a la sede de la Conferencia Episcopal, y allí recibirá a la canciller alemana Angela Merkel, después irá al Parlamento alemán, donde pronunciará su esperado discurso. Aquí se reunirá con representantes de la comunidad judía, a los que dirigirá un discurso. Sigue la misa en el Olympiastadion, donde se espera un lleno total con casi 70.000 personas. Un lugar, como ha recordado el padre Lombardi, donde se entrelazan hechos históricos, desde el régimen de Hitler a la canonización, realizada por Juan Pablo II, de los dos beatos alemanes martirizados por el nazismo: el presbítero Bernhard Lichtenberg y el sacerdote Karl Leisner, ordenado sacerdote en el campo de concentración de Dachau por otro prisionero, el obispo de Clermont-Ferrand.

El viernes, 23 de septiembre de 2011, comienza con la santa misa privada en la Capilla de la Nunciatura Apostólica de Berlín, después de que Benedicto XVI se reúna con los representantes de la comunidad musulmana, de presencia importante en Alemania debido a la inmigración desde los países árabes.

Después parte hacia Erfurt, antigua Alemania del Este, donde el Santo Padre visitará la catedral. Y se llega a uno de los momentos más importantes del viaje, en el convento de los agustinianos del Consejo de la Iglesia Evangélica Alemana en la Sala Capitular y un discurso del Santo Padre. Siempre en el convento, se desarrollará la celebración ecuménica, donde los anfitriones han pedido tener el tiempo necesario. Aquí se leerá un salmo en la traducción alemana de Lutero y participarán también las mujeres obispo luteranas.

La comida será en el seminario de Erfurt, y después, por la tarde, el Papa va al santuario mariano Etzelsbach, a unos 80km, para el rezo de las vísperas y allí hará otro discurso. Este lugar agrícola cuenta con una numerosa comunidad católica, muy probada y reducida, pero que se ha mantenido fiel.

El sábado 24 de septiembre inicia con la santa misa en la Domplatz de Erfurt, con homilía y al mediodía el Pontífice llega a Friburgo, al oeste, la zona más católica de Alemania. Visitará la catedral, saludará a los ciudadanos y en el seminario de Friburgo se reunirá con el ex-canciller Helmut Kohl, protagonista de la unificación del país. Después se reunirá con los representantes de las Iglesias Ortodoxas, que cuenta con el apoyo de muchos inmigrantes de los países del Este, en particular de Serbia y Rumanía.

Después se realizará el encuentro con los seminaristas, donde el Santo Padre hablará sin un guión, después se encontrará con el Consejo del Comité Central de los Católicos Alemanes (ZDK) y representantes de diversas organizaciones católicas. Aquí habrá otro discurso.

Después la vigilia de oración con los jóvenes, que prevé una participación de 20.000 personas y una ceremonia, con simbología sobre la luz de las velas, en la Feria de Friburgo

El domingo 25 la santa misa en el aeropuerto turístico de Friburgo con homilía y angelus. Aquí podrán participar varios miles de personas.

Después, el encuentro con los miembros de la Conferencia Episcopal Alemana en el Seminario de Friburgo. De gran importancia es el encuentro con los jueces del Tribunal Constitucional Federal, siempre en el Seminario, porque -como indicó Lombardi- la Constitución indica la reconstrucción después del nazismo, con los valores de la libertad y de la gran tradición del pensamiento alemán.

Antes de la ceremonia de despedida en el aeropuerto de Lahr y del discurso final del Papa, hay un encuentro con las asociaciones de católicos comprometidos.

E
l programa y los horarios: ttp://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/travels/2011/documents/trav_ben-xvi_germania_20110922_it.html

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ZENIT Staff

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