CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 12 octubre 2007 (ZENIT.org).-«La casa del Papa está abierta a todos», dijo Benedicto XVI este viernes al inaugurar la restauración de la Puerta de Bronce que atraviesan los que vienen a visitar al sucesor de Pedro.
«Deseo de corazón que quienes entran por la Puerta de Bronce puedan sentirse desde su entrada acogidos por el abrazo del Papa», confesó.
La puerta fue realizada por Giovanni Battista Soria y Orazio Censore durante el pontificado de Pablo V, quien entre 1617 y 1619 renovó completamente la Puerta del Palacio, como se llamaba entonces.
En 1663, tras las obras llevadas a cabo por Gian Lorenzo Bernini, se cambió a la actual posición, entre las columnas de la Plaza de San Pedro y el Brazo de Constantino.
El Papa reconoció que la Puerta de Bronce tras la restauración «ha vuelto a recuperar su belleza original según los métodos y las técnicas más modernas».
La puerta, de 4.800 kilos, se cerró por última vez el 2 de abril de 2005 para anunciar al mundo la muerte del Papa Juan Pablo II.
Los Caballeros del Santo Sepulcro y una entidad bancaria italiana han patrocinado la restauración de esta puerta que tiene «un valor simbólico espiritual» «pues constituye el acceso a la caso de aquél a quien el Señor ha llamado a guiar como padre y pastor a todo el pueblo de Dios», concluyó mismo pontífice.
