Benedicto XVI llama a "rechazar la fatalidad de la miseria"

En la Jornada Mundial del Rechazo de la Miseria

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CIUDAD DEL VATICANO, lunes 20 de octubre de 2008 (ZENIT.org).- En plena crisis económica y financiera, Benedicto XVI llama a «rechazar la fatalidad de la miseria».

Para recordar la Jornada Mundial del Rechazo de la Miseria, celebrada cada año el 17 de octubre, el cardenal Tarcisio Bertone SDB, secretario de Estado, ha hecho llegar, en nombre del Papa, un menaje al señor Jean Tonglet, delegado para Italia del Movimiento Internacional «ATD Cuarto Mundo» y director del Centro Internacional Joseph Wresinski en Francia.
El pontífice desea, en su mensaje, que «en el difícil contexto económico internacional actual, se preste particular atención a las personas y familias más desfavorecidas y a los más débiles de la sociedad».

El Santo Padre aboga también por la «dignidad» de aquellos a quienes la crisis hace todavía la vida más difícil: «La situación presente agravará las condiciones de vida ya preocupantes y en ocasiones trágicas de numerosas personas, cuya dignidad humana se encuentra de este modo gravemente comprometida».

Por último, el Papa pide a Dios que «apoye a todas las personas que son víctimas de la miseria», bendiciendo «los esfuerzos de quienes, con su compromiso generoso, contribuyen a la edificación de una sociedad más justa y fraterna, que rechaza la fatalidad de la miseria».

La Jornada Mundial del Rechazo de la Miseria fue creada por iniciativa del padre Joseph Wresinski (1917- 1988), fundador del movimiento «ATD Cuarto Mundo», el 17 de octubre de 1987, cuando colocó en el atrio del Trocadero, en París, una lápida «por las víctimas de la miseria».

La iniciativa fue asumida por las Naciones Unidas en 1992 con el título de Jornada Internacional para la Eliminación de la Pobreza.

En el atrio de la Basílica de San Juan de Letrán, catedral del Papa, se ha puesto una lápida que reproduce la del Trocadero de París: «Allí donde hay hombres condenados a vivir en la miseria, se violan los derechos humanos. Unirse para hacerlos respetar es un deber sagrado».

Esta frase original fue completada en la lápida romana con las palabras de Juan Pablo II: «Nunca más discriminaciones, exclusiones, opresiones, desprecio de los pobres y de los últimos».

Uno de los objetivos de la Jornada del Rechazo de la Miseria es «dar la palabra a los pobres, escuchar lo que tienen que decir, no sólo en lo que se refiere a la pobreza y la manera de combatirla, sino también sobre la paz, la justicia, el futuro del mundo y las sociedades», ha explicado Jean Tonglet a ZENIT.

«Esta actitud de escucha es algo que quiere promover el 17 octubre para que la vivamos después día tras día», añade.

El padre Marc Leclerc, postulador de la causa de beatificación del padre Wresinski, ha indicado por su parte que la investigación abierta por la diócesis francesa de Soissons, el 19 de marzo de 1997, concluyó hace cinco años. Las 20 mil páginas del dossier fueron entregadas después a la Congregación vaticana para las Causas de los Santos.

El dossier ha sido reconocido como válido, por la Congregación, que ha nombrado un relator, el padre Hieronim Fokcinski sj, comenzando así la fase romana del proceso, revela el padre Leclerc.
 
Por Anita S. Bourdin

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ZENIT Staff

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