CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 18 enero 2008 (ZENIT.org).- Benedicto XVI abogó este viernes por un mayor conocimiento entre conocimiento entre cristianos, judíos y musulmanes para reconocerse como hijos del mismo Padre y defender así la dignidad humana.
Al recibir a la Conferencia de los obispos latinos en las regiones árabes el Papa reconoció que «el encuentro con miembros de otras religiones, judíos y musulmanes, es para vosotros una realidad cotidiana».
En estos países, dijo el Papa, entre los que se encuentra la Península Arábica, Tierra Santa o el norte de África, «la calidad de las relaciones entre los creyentes asume un significado totalmente particular, convirtiéndose en un testimonio de Dios y, al mismo tiempo, en una contribución para establecer relaciones más fraternas entre las personas y entre los diferentes componentes de vuestras sociedades».
Según el obispo de Roma, «es necesario un mayor conocimiento recíproco para favorecer un mayor respeto de la dignidad humana y de la igualdad de derechos y deberes de las personas y una renovada atención por las necesidades de cada uno, en particular de los más pobres».
El Papa manifestó «el vivo deseo de que por doquier sea efectiva la auténtica libertad religiosa y que no se obstaculice el derecho de cada quien a practicar su religión o a cambiarla. Se trata de un derecho primordial de todo ser humano».
En su discurso pronunciado en francés, Benedicto XVI lanzó un llamamiento «a la sabiduría de todos los seres humanos de buena voluntad, sobre todo de aquellos que tienen responsabilidades en la vida colectiva, para que privilegiando el diálogo entre todas las partes, cese la violencia, se instaure en todos los lugares una paz auténtica y duradera y se establezcan relaciones de solidaridad y colaboración».
