CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 16 de mayo de 2010 (ZENIT.org).- También hoy es posible encontrar a Cristo entre los necesitados, en su Palabra, o en los sacramentos, explicó este domingo Benedicto XVI.
El pontífice llegó a esta conclusión al meditar sobre la Ascensión de Jesús al cielo, fiesta que se celebraba en ese día en numerosos países del mundo, ante más de 200 mil peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano para demostrar su solidaridad en estos momentos difíciles para el Papa y los sacerdotes, a causa de escándalos de clérigos.
«El Señor atrae la mirada de los apóstoles, y la nuestra, hacia el cielo para indicar cómo hay que recorrer el camino del bien durante la vida terrena», afirmó el obispo de Roma al reflexionar sobre el pasaje evangélico de la liturgia.
Sin embargo, aclaró, «Él permanece en la trama de la historia humana, está junto a cada uno de nosotros y guía nuestro camino cristiano: es compañero de los perseguidos a causa de la fe; está en el corazón de quienes son marginados; está presente en aquellos a los que se les niega el derecho a la vida».
«Podemos escuchar, ver y tocar al Señor Jesús en la Iglesia, especialmente a través de la Palabra y de los sacramentos», afirmó, recomendando acercarse con «asiduidad a la Confesión y a la Eucaristía».
El Papa también se dirigió a los sacerdotes para pedirles que «con su vida y obras, se distingan por un vigoroso testimonio evangélico».
Recordó que en este día se celebraba la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, sobre el tema: «El sacerdote y la pastoral en el mundo digital. Los nuevos medios al servicio de la Palabra».
Por este motivo, pidió a los clérigos que sepan «utilizar con sabiduría los medios de comunicación para dar a conocer la vida de la Iglesia y ayudar a los hombres de hoy a descubrir el rostro de Cristo», como él mismo ha subrayado en el mensaje que ha escrito para esta ocasión.
Y a todos aquellos que sienten el peso y las dificultades de la vida, el Papa les dejó este consejo, tomado de un autor ruso: «Contemplad con más frecuencia las estrellas. Cuando carguéis con un peso en el espíritu, contemplar las estrellas o el azul del cielo. Cuando os sintáis tristes, cuando os ofendan,… pasad un momento… con el cielo. Entonces vuestra alma encontrará el descanso».
Antes de despedirse, el Papa dio gracias por haber podido peregrinar del 11 al 14 de mayo al Santuario de Fátima, así como por las inmensas muchedumbres que le acompañaron.
