Benedicto XVI: No hay «alternativas» al matrimonio y la familia

Confirma la Jornada Mundial de las Familias de 2006, en Valencia

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CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 29 mayo 2005 (ZENIT.orgVeritas).- El Papa Benedicto XVI, en una carta dirigida al cardenal Alfonso López Trujillo, presidente del Pontificio Consejo para la Familia, afirma que «la Iglesia no puede dejar de anunciar que, de acuerdo con los planes de Dios el matrimonio y la familia son insustituibles y no admiten otras alternativas».

La carta está motivada por la convocatoria que el papa Juan Pablo II hizo en febrero de este año, para celebrar el V Encuentro Mundial de las Familias en Valencia, y que ha sido confirmada ahora con esta misiva por Benedicto XVI.

La carta constata la «estupenda novedad» de la convocatoria familia de su predecesor para anunciar el «Evangelio de la Familia», cuyo valor es central para la Iglesia y la sociedad.

El Papa sostiene que «todos los pueblos, para dar un rostro verdaderamente humano a la sociedad, no pueden ignorar el bien precioso de la familia, fundada sobre el matrimonio».

«La alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer constituyen entre sí un consorcio para toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de la prole, es el fundamento de la familia, patrimonio y bien común de la humanidad», recuerda el Papa.

El contenido de la carta fue hecho público hoy por monseñor Agustín García Gasco, arzobispo de Valencia, durante la celebración de la Solemnidad del Corpus.

Bajo el lema «La transmisión de la fe en la familia», el Encuentro tendrá lugar la primera semana de julio de 2006. Benedicto XVI se hace eco de este lema en su carta, al afirmar que «la familia cristiana tiene, hoy más que nunca, una misión nobilísima e ineludible, como es transmitir la fe, que implica la entrega a Jesucristo, muerto y resucitado, y la inserción en la comunidad eclesial».

«Los padres son los primeros evangelizadores de los hijos, don precioso del Creador, comenzando por la enseñanza de las primeras oraciones. Así se va construyendo un universo moral enraizado en la voluntad de Dios, en el cual el hijo crece en los valores humanos y cristianos que dan pleno sentido a la vida», sostiene el Papa.

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ZENIT Staff

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