El Papa expresó su agradecimiento a quienes le han permitido transcurrir estas semanas con serenidad.
«A cada uno quisiera decir: el Papa cuenta con vuestro apoyo espiritual y os acompaña con su oración para que podáis adherir con constante generosidad a la exigente llamada a la perfección evangélica para servir con alegría y entrega al Señor y a los hermanos».
El Papa llegó a Castel Gandolfo, a unos 30 kilómetros de Roma, la tarde del 27 de julio procedente de Lorenzago de Cadore, en los Dolomitas italianos, donde había transcurrido un período de descanso.
«A todos os llevo en el corazón», dijo el obispo de Roma al obispo de la diócesis, monseñor Marcello Semeraro, a las comunidades religiosas, a las autoridades civiles y al personal encargado de la seguridad y la vigilancia.