PAMPLONA, viernes 6 de marzo de 2009 (ZENIT.org).- El Papa exhorta a los fieles que peregrinen este año a Javier, lugar natal del santo español Francisco Javier, patrono de las misiones, que estas jornadas supongan un acontecimiento de fe.
Así lo ha expresado en un breve mensaje firmado por el cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado, y dirigido al arzobispo de Pamplona, monseñor Francisco Pérez González. El texto completo ha sido hecho público por la revista española Ecclesia.
El Papa anima a los peregrinos a Javier (en las tradicionales «Javieradas» que se celebran todos los años a primeros de marzo, y que reúnen a miles de fieles de toda España) a «imitar a este gran misionero, que fue por el mundo sembrando el evangelio».
Estas Jornadas, añade, deben vivirse «como una oportunidad para afianzar la Fe, incrementar el compromiso de ser coherentes con ella en todo momento y reforzar la generosidad de anunciarla a los demás, como verdaderos testigos de Cristo ante el mundo de hoy».
Por último, invocando la intercesión de la Virgen «para que prepare con su maternal ternura el corazón de todos los participantes a recibir con gozo la gracia de Dios», imparte la bendición apostólica a los peregrinos.
Las «Javieradas» son dos peregrinaciones que se realizan en dos domingos consecutivos en torno a la Novena de Gracia dedicada a san Francisco Javier, y que este año tendrán lugar el 8 y el 14 de marzo próximos.
Esta peregrinación, que reúne a fieles de todo el país, comienza con un Via Crucis en el recorrido que une las localidades de Sangüesa y Javier (8 kilómetros), hasta llegar a la explanada del castillo natal del santo, donde se celebra la Eucaristía.
Este año, el arzobispo de Pamplona dedicó su tradicional mensaje a poner de manifiesto la similitud de la obra evangelizadora de san Francisco Javier con la de san Pablo, con motivo de la celebración del Año Paulino, e invitó a los fieles a «tomarse en serio la nueva evangelización» proclamada por los últimos Papas.
Las Javieradas de este año llevan por lema «Misioneros como Pablo y Javier: ¡ay de mí si no evangelizo¡», y reunirán a grupos de familias, jóvenes y niños, para quienes se han preparado actos religiosos y lúdicos específicos.
Por Inma Álvarez
