Tras la audiencia privada, el presidente del país sudamericano se reunió con el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, que estaba acompañado por el arzobispo Dominique Mamberti, secretari para las relaciones con los Estados.
Según explica un comunicado emitido por la Santa Sede, «los cordiales encuentros han servido para pasar revista a los temas relacionados con la situación actual del país, deteniéndose en particular en el papel propio de la Iglesia y del Estado en la vida política y en el desarrollo humano, moral, educativo, y socioeconómico de la nación».
«Se deseó que la sociedad paraguaya continúe por el camino del bien común, de la legalidad y de la paz social, inspirada en los valores cristianos de la justicia y del respeto recíproco entre todos los ciudadanos», concluye el comunicado.
El encuentro del Papa en su biblioteca privada con el presidente de Paraguay duró 25 minutos.
El Santo Padre acogió a Duarte Frutos con un «bienvenido, muchas gracias», en español, a lo que el mandatario le respondió: «es un honor estar aquí».
En el momento de intercambios de regalos se supo que los del presidente no habían llegado. Según fuentes paraguayas, las maletas en las que venían se han perdido en el viaje de Francia a Italia, debido a una huelga aeroportuaria gala.
Según las mismas fuentes, el presidente suramericano iba a regalar al Papa un poncho típico de su país de sesenta colores y un objeto de plata.
Benedicto XVI regaló a Duarte la medalla en oro del pontificado.
