Se hace eco textualmente de tal «Acta» el Servicio Informativo Eclesial de la Conferencia Episcopal Boliviana, aclarando que «este compromiso despeja muchas dudas» y permite contemplar «con más confianza el futuro del servicio de la Iglesia católica y su relación con el actual gobierno».
Los puntos del «Acta» –según enuncia el propio documento, fechado el jueves pasado— se han establecido «en el marco de la coordinación entre el Gobierno Nacional y la Conferencia Episcopal Boliviana, y con el fin de evitar distorsiones acerca de algunos ternas comunes».
«Se respeta y garantiza la plena libertad de espiritualidad, religiosidad y culto en el marco de la diversidad» de Bolivia, afirma el primer punto.
«En consecuencia se garantiza la vigencia de la asignatura de Religión en la currícula escolar nacional. Por lo que el Estado continúa garantizando la dotación de ítemes para esta asignatura», añade.
En segundo lugar, «se garantiza la vigencia del Convenio entre el Estado y la Iglesia Católica en el sector educativo».
«Se garantiza la vigencia y funcionamiento de las universidades privadas en el marco de las leyes nacionales», recoge el tercer punto.
En cuarto y último lugar se acuerda que «el Estado, a través del Ministerio de Educación y Cultura, continuará coordinando con la Iglesia Católica en pro de los aspectos que impliquen el mejoramiento de la educación nacional».
El «Acta de Entendimiento» lleva las firmas de Félix Patzi Paco –ministro de Educación y Culturas–, de Benecio Quispe –viceministro de Educación Superior–, monseñor Jesús Juárez –secretario general de la Conferencia Episcopal de Bolivia–, monseñor Jesús Pérez –arzobispo de Sucre— y monseñor Luis Sainz –presidente de la Comisión de Educación de la Conferencia Episcopal de Bolivia–.
Monseñor Juárez explicó que toda persona tiene derecho a elegir una religión y la Iglesia Católica ha proclamado la libertad religiosa como un derecho fundamental, y que la enseñanza de la materia de religión en los colegios es un derecho irrenunciable –recoge la agencia informativa («Fides») del dicasterio misionero–.
El acuerdo fue firmado ante un intento del gobierno de salvar el II Congreso Nacional de Educación, que se había debilitado por falta de consenso y diálogo.
El cierre del Congreso estaba previsto para el viernes pasado con la aprobación del anteproyecto de la nueva Ley de la Educación Boliviana, pero no contó con el respaldo de siete sectores que se retiraron del evento, entre ellos la Iglesia Católica, recuerda «Fides».
Y es que «los veinte delegados de la Iglesia católica decidieron abandonar el Congreso porque consideraron que la postura del gobierno estaba totalmente cerrada y que no había garantías de obtener resultados positivos en el campo educativo», apunta.
Tras la inauguración del Congreso Nacional de Educación, el cardenal Julio Terrazas –presidente del episcopado boliviano y arzobispo de Santa Cruz de la Sierra— llamó a todos los bolivianos a defender el derecho universal a profesar una religión y pidió al gobierno que no confundiera un Estado laico con uno laicista.
Recordó además que la Iglesia «defenderá el gran principio del derecho universal a profesar una religión». Esto es irrenunciable, afirmó, y no se puede negociar, «pues es la base que va a ayudar a formar una familia mucho más unida y a construir el país» –cita «Fides»–.
