Cada vez es más difícil ser cristiano en Corea del Norte

Se ha promovido una “Semana de Oración por la Libertad” en el país

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ROMA, viernes 15 de abril de 2011 (ZENIT.org).- Corea del Norte es uno de los países en los que actualmente es más difícil ser cristiano y poder profesar la propia fe.

De hecho, son más de 50.000, recuerda la agencia vaticana Fides, los cristianos internados en campos de prisioneros por causa de su fe.

Según el Informe 2011 de la Organización No Gubernamental “Open Doors”, Corea del Norte tiene “la camisa negra” en términos de respeto a la libertad de conciencia y de religión en el mundo.

Esta situación fue confirmada por Marzuki Darusman, nuevo Observador Especial de las Naciones Unidas pro Derechos Humanos en el país, que presentó recientemente un informe al Consejo de la ONU para los Derechos Humanos de Ginebra explicando que el sistema judicial no es independiente respecto al régimen.

Más allá del poder judicial de los tribunales ordinarios, además en Corea del Norte existe un “sistema de justicia paralelo” que no respeta las garantías procesales para el acusado y está compuesto por una serie de procedimientos y órganos que pueden juzgar el comportamiento de una persona.

Entre estos, Fides recuerda “la ‘Ley sobre el Control de la Seguridad Nacional’; el ‘Comité de Juicio de los Compañeros’; una especie de ‘proceso popular’ regulado desde una perspectiva puramente ideológica; el ‘Comité de guía para la vida en la legalidad socialista’ que realiza inspecciones a varios niveles y decide los diversos tipos de castigo para los criminales sociales y económicos; el ‘Comité de Seguridad’ para el proceso de castigo de los ciudadanos nordcoreanos”.

Todos los ciudadanos coreanos o extranjeros que son considerados culpables en estos procesos, son mandados a campos de prisioneros donde son sometidos a torturas y a tratamientos inhumanos.

Los disidentes políticos con sus familias, son detenidos a menudo para toda la vida, sufren el hambre y los trabajos forzados. Entre estos hay también prisioneros por motivos de conciencia y de religión. Según “Open Doors”, hay más de 50.000 cristianos.

Semana de Oración

En esta situación dramática, un misionero cristiano, ciudadano americano, será procesado por “crímenes contra la Nación”. Se trata de Jun Young-Su, misionero laico de la iglesia de Orange County, en California (Estados Unidos).

Según la agencia de prensa oficial del régimen, el misionero viajaba a Corea del Norte como empresario y realizó actividades religiosas y de proselitismo no autorizadas. El Departamento de Estado americano ha pedido su liberación por motivos humanitarios.

Para expresar solidaridad y cercanía espiritual a Jun Young-Su, los cristianos se movilizarán en la “Semana de Oración por la Libertad en Corea del Norte”, que se celebrará del 24 al 30 de abril en todo el mundo.

La iniciativa ha sido lanzada por “Open Doors” uniendo a los cristianos en oración para que”Dios no permanezca en silencio y nosotros podamos interceder porque mire con benevolencia al pueblo nordcoreano”.

En días pasados, mientras tanto, en Seul (Corea del Sur) una red de organizaciones religiosas, la “Religious Solidarity for Reconciliation and Peace of Korea”, pidió oficialmente al Gobierno surcoreano que retomen las operaciones humanitarias hacia el Norte para socorrer a la población, víctima del hambre.

Más de 600 líderes religiosos cristianos, budistas y de otras confesiones firmaron y entregaron una petición que pide a Seul la reactivación de los canales humanitarios.

Según los líderes religiosos, la obra humanitaria es un importante canal de diálogo que permite discutir más fácilmente también cuestiones de naturaleza diplomática.

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ZENIT Staff

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