Cambios geográficos y culturales en los institutos de vida consagrada

Asamblea semestral de la Unión de Superiores Generales  

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ROMA, martes 2 de junio de 2009 (ZENIT.org).- Los representantes de las diversas familias de vida consagrada representados en la Unión de Superiores Generales (USG) han debatido sobre los desafíos y las oportunidades de los rápidos cambios geográficos y culturales que caracterizan el primer decenio del tercer milenio.  

Concretamente, 130 representantes de distintos Institutos de vida consagrada participaron en la 73ª Asamblea semestral de la USG, celebrada en la Pontificia Universidad Salesiana de Roma del 27 al 29 de mayo.  

El miércoles 27 de mayo, don Pascual Chávez Villanueva, SDB, presidente de la Unión de Superiores Generales, inauguró las sesiones de trabajo. 

El religioso habló sobre el tema de la Asamblea: «Cambios geográficos y culturales en los Institutos de Vida Consagrada: desafíos y perspectivas». 

En un contexto de fuerte crisis financiera y económica mundial, que ha puesto en evidencia el equivocado sistema de valores sobre el que se quería construir la sociedad, don Chávez Villanueva, rector mayor de los salesianos, destacó la función de la Iglesia, que siempre debe dar testimonio de Jesús. 

También subrayó la importancia de la vida consagrada como «memoria viviente del modo de ser de Jesucristo obediente, pobre y casto». 

La vida consagrada -dijo el presidente de la USG- está «llamada a ir a las fronteras geográficas, culturales, sociales e interculturales e inculturar allí el carisma de los diversos Institutos para que la Buena Nueva pueda llegar a todos». 

«La elección del tema -precisó el sacerdote salesiano- tiene razones de tipo coyuntural y de tipo sustancial». 

La coyuntural se refiere a los «Sínodos Continentales, empezando por el de África», que se desarrollará en octubre en Roma, y la sustancial se refiere a la «nueva realidad de una descentralización de la Iglesia y de la vida consagrada hacia la periferia».

Según don Chávez Villanueva, «los Institutos no siempre son conscientes de los cambios que se están produciendo». 

«Hay cambios demográficos en los continentes que han influido en el aumento de vocaciones -explicó-. También está la realidad del envejecimiento, que se añade al escaso flujo vocacional en países tradicionalmente ricos en vocaciones». 

El Rector mayor de los salesianos habló del número creciente de vocaciones de tribus que llegan a la vida consagrada. 

Se dan casos en que algunos de esos candidatos tienen que trabajar en obras de sus Institutos que se encuentran en la ciudad, fuera de su contexto, sin la debida preparación o inculturación, explicó. 

Tras explicar cómo se iban a desarrollar los trabajos y presentar a las personas que iban a intervenir en la Asamblea, don Chávez Villanueva destacó las dos realidades con las que se mide hoy la vida consagrada. 

Se trata del «paso del centro a la periferia y la interculturalidad que caracteriza cada vez más a las comunidades religiosas».

«En la diversidad de contextos y en la interculturalidad de las comunidades -añadió- la «verdad del Evangelio» es la clave para interpretar la vida consagrada» y «su criterio de verificación, la auténtica Regla de vida». 

Para don Chávez Villanueva, «el amor fraterno en comunidad no es el resultado de la simpatía recíproca, sino el fruto de un camino de conversión en el que los religiosos y las religiosas aprenden a amar al Señor sobre todas las cosas a través de los signos visibles de la comunión fraterna». 

«Por eso -concluyó- insisten en reconocer el valor de la diversidad que emerge en las relaciones, cultivando además las cualidades que ayudan a localizar lo que no es sólo una evangelización de la cultura, sino también una inculturación del evangelio y una evangelización inculturada». 

La Unión de Superiores Generales (USG) es un organismo de derecho pontificio erigido el 3 de enero de 1955 por la Sagrada Congregación de Religiosos como persona jurídica pública. 

Guardando siempre la autonomía, la naturaleza y el espíritu propio de cada Instituto, el USG se propone promover la vida y la misión de cada una de los Institutos al servicio de la Iglesia para una colaboración más eficaz entre ellas y para un contacto más fructuoso con la Santa Sede y con la jerarquía eclesiástica.

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ZENIT Staff

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