Cardenal de Nueva York: No se darán más abusos de sacerdotes contra niños

Carta en vísperas de la reunión en Roma sobre el argumento

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NUEVA YORK, 21 abril 2002 (ZENIT.org).- Antes de salir a Roma para participar en una reunión de Juan Pablo II y cardenales sobre abusos cometidos por sacerdotes en Estados Unidos, el cardenal de Nueva York ha enviado a sus fieles un mensaje para asegurarles que este tipo de escándalos no se repetirán.

En el encuentro, que tendrá lugar el 23 y el 24 de abril, participarán todos los cardenales de ese país así como los prefectos de las Congregaciones para el Clero, cardenal Darío Castrillón Hoyos; para la Doctrina de la Fe, cardenal Joseph Ratzinger y para los Obispos, cardenal Giovanni Battista Re

«El abuso de niños y de jóvenes es un terrible crimen –escribe el cardenal Edward Egan, arzobispo de Nueva York en una carta que este fin de semana ha sido distribuida en las parroquias–. Para nosotros debe ser siempre una prioridad total atenderles y protegerles».

«Haré todo lo que esté en mi poder para asegurar, en la medida de las posibilidades humanas, que este tipo de abusos por parte de clérigos no volverá a tener lugar. Ustedes no deberían esperar nada menos de mí y de los demás líderes de la Iglesia», añade.

Por lo que se refiere a su labor de 15 años como obispo de Bridgeport y después en Nueva York, el cardenal Egan explica que «siempre he actuado siguiendo los consejos de los mejores expertos de médicos y científicos».

«Esta claro que hoy tenemos mucho más que comprender de este problema –reconoce–. Si en retrospectiva, descubrimos también que se han cometido errores en la remoción rápida de sacerdotes y en la asistencia de las víctimas, pido perdón de verdad».

«Nuestra política arquidiocesana refleja la nueva y más grande comprensión del problema que ahora tenemos –sigue diciendo–. Su principal objetivo es prevenir el abuso y actuar inmediatamente cuando surge una acusación de abuso. Para alcanzar este objetivo, estamos colaborando con las autoridades públicas para garantizar que nuestros niños están en seguridad».

«Les pido a todos que se unan a mí para rezar por aquellos niños que han sido víctimas de abusos y por sus familias, así como por todos aquellos que han sufrido, incluso indirectamente, por las terribles acciones de un pequeño número de sacerdotes», explica el purpurado.

Mientras afrontamos este problema, Egan pide a sus fieles «que recuerden la bondad y la entrega de la inmensa mayoría de nuestros sacerdotes».

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ZENIT Staff

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