ROMA, 19 oct (ZENIT.org).- El cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado de la Santa Sede, intervino ayer sobre el caso de la mezquita de Lodi (Italia), que se proyecta construir en terrenos regalados por el Ayuntamiento de la localidad.
La polémica es candente en el norte de Italia entre quienes se oponen y quienes la defienden. El tema se ha extendido a los partidos políticos que están haciendo del asunto una bandera política y electoral. La Liga Lombarda, partido de corte nacionalista organizó una manifestación de protesta con acto religioso y todo condenada por el obispo local (cf. «Italia: El obispo de Lodi defiende la edificación de una mezquita» ).
El cardenal Sodano, al inaugurar ayer el nuevo centro internacional de Comunión y Liberación en Roma, respondió a las preguntas de los periodistas sobre el argumento. No hay que hacer de esta cuestión «un caso político», aclaró. En Italia «no puede haber cruzadas contra los musulmanes» porque «todos tienen derecho a sus lugares de culto».
«Como cristianos estamos a favor de la libertad religiosa –subrayó el cardenal– y por esto la Santa Sede y la Iglesia entera piden desde siempre a los países árabes y en especial a Arabia Saudita, que nos dejen abrir iglesias o al menos una capillita en cualquier hotel para los miles de cristianos que viven allí».
Las declaraciones del cardenal Sodano tenían lugar después de que a mediados de septiembre el cardenal Giacomo Biffi de Bolonia recomendara al gobierno italiano que en las políticas de aceptación de inmigrantes privilegiara a la personas procedentes de países de cultura católica por considerar que pueden integrarse más fácilmente en el tejido social italiano (cf. «Italia: el cardenal Biffi propone favorecer la inmigración católica» ).
El secretario de Estado indicó que ha «leído de cabo a rabo» la carta pastoral del cardenal Biffi sobre el argumento sin encontrar las referencias al rechazo de los inmigrantes de fe islámica, que atribuían los periódicos.
Las declaraciones del cardenal Sodano coincidieron con la inauguración del Centro Internacional de Comunión y Liberación (CL), del que es director Jesús Carrascosa. El cardenal leyó un mensaje del Papa escrito para esta ocasión en el que recuerda que los movimientos «bajo la guía iluminada y prudente de los pastores, constituyen un recurso providencial de energía misionera en la Iglesia y en las diversas situaciones culturales, sociales, ambientales en las que el hombre vive y se expresa hoy».
«Gracias a la inauguración de este centro –sigue diciendo el Papa en su mensaje– también CL se encuentra en el corazón impulsor de la cristiandad para ofrecer con renovado empeño su servicio a la Santa Sede de Pedro y a la Iglesia entera».
