Cardenal Tucci: La respuesta a los atentados debe ser justa y precisa

El peligro es castigar a poblaciones civiles entre minorías fundamentalistas

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CIUDAD DEL VATICANO, 17 septiembre 2001 (ZENIT.org).- La justicia es necesaria, pero no debe aumentar el odio. Este es, en pocas palabras, el consejo que el cardenal Roberto Tucci ofrece a los líderes de Estados Unidos y de Occidente a la hora de castigar a los autores de los atentados contra Nueva York, Washington y Pennsylvania.

El cardenal Tucci, quien ha preparado los viajes de Juan Pablo II por el mundo en las dos últimas décadas, desde los micrófonos de Radio Vaticano, de la que es presidente del Comité de Coordinación, confesó este lunes: «Creo que ahora el gran peligro es el de no proponerse objetivos claramente determinados, sino sentir la tentación de golpear, incluso a poblaciones enteras simplemente porque entre ellas se encuentran fundamentalistas islámicos».

«Yo creo que es justo que Estados Unidos, junto a las demás naciones de Occidente, se preocupen sobre todo por la seguridad y se aseguren de quiénes son los autores intelectuales de estas operaciones criminales para que los puedan apresar», considera el cardenal Tucci, de 80 años, a quien el Papa le concedió la dignidad cardenalicia en reconocimiento por sus servicios el pasado mes de febrero.

Al mismo tiempo, añade el director de «Radio Vaticano», es importante tratar de «extinguir los nidos de odio que existen en el mundo contra Estados Unidos y contra el mundo Occidental».

Ahora bien, explica, «hay que estar atentos a no crear una especie de cacería de brujas indiscriminada, a no involucrar a todo el mundo musulmán en esta sospecha».

«Tras el primer momento de gran emoción –concluye el purpurado italiano– es necesario mantener la serenidad para tomar decisiones, de modo que no se dé pie en los países musulmanes a cultivar minorías occidentales que estén más dispuestas que antes a entrar en las filas de estas actividades criminales».

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ZENIT Staff

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