GOMA, 28 enero 2002 (ZENIT.org).- Después de la tragedia provocada por la erupción del volcán Nyiragongo sobre la ciudad de Goma, la respuesta de Cáritas en la República Democrática del Congo y Ruanda, apoyadas por sedes de esa institución en todo el mundo, ha contribuido a responder a las necesidades más urgentes de los damnificados.
Cáritas de Goma está ofreciendo ayuda alimentaria a 14 mil personas y en las próximas semanas atenderá al doble. En estos momentos, el volcán ha dejado de emitir sus letales gases y lava los evacuados están regresando a sus casas.
Pocos centenares de personas quedan en los campos de Nkamira y Mudende, instalados por el gobierno ruandés para acoger a 300 mil refugiados.
El viernes pasado llegaba a Goma un convoy integrado por diez camiones fletados por la Cáritas Alemana, procedentes de Kampala (capital de Uganda). Los vehículos transportan material de emergencia con miles de litros de agua potable en bidones y botellas, ropa infantil, 10.000 mantas, 5.000 juegos de sábanas, 5.000 lotes de utensilios domésticos, 5.000 juegos de cubiertos y medio millón de tabletas purificadoras de agua. A este convoy se le añadió otro envío que llegó procedente de Ruanda el sábado.
Según la información aportada por el director de Cáritas Goma, Oswald Mussoni, las reservas de alimentos y de material de emergencia que tanto el Programa Mundial de Alimentos como UNICEF han puesto a disposición de las ONG para su distribución inmediata entre los damnificados son suficientes para asegurar las necesidades de la población afectada durante un mes.
A partir de esta semana ya no será necesario poner en marcha nuevos convoyes con ayuda humanitaria desde las Cáritas locales de los países vecinos.
En este sentido, Mussoni aconseja comenzar a diseñar ya el plan de trabajo para la fase de rehabilitación y la puesta a punto de los programas de reconstrucción a corto y medio plazo, proyecto en el que ya está comprometida la red de Cáritas Internacional.
