Carta del Papa a su enviado para las celebraciones de Schoenstatt

El cardenal Lajolo irá a Alemania con motivo del centenario de la fundación del movimiento mariano

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Este martes ha sido publicada la carta escrita en latín en la que el papa Francisco nombra al cardenal Giovanni Lajolo, presidente emérito de la Gobernación de la Ciudad del Vaticano, como su enviado especial para las celebraciones del centenario de la fundación del Movimiento Apostólico de Schoenstatt que se celebrarán en Vallendar, Alemania, del 16 al 19 de octubre de 2014.

Muy cerca de Coblenza, donde confluyen el Rhin y el Mosela, se encuentra Schoenstatt, un hermoso lugar en el corazón de Renania, Alemania. En el siglo XII el obispo de Tréveris le regaló a unas monjas agustinas un terreno que él mismo calificó de «eyne schoene Statt», «un lugar bello» y que ocuparon hasta el siglo XVI en que se vieron obligadas a abandonarlo.

Muchos años más tarde, a principios del sigo XX, los Padres Palotinos adquirieron el terreno y se instalaron allí inaugurando en 1912 un seminario menor. La dirección espiritual de los seminaristas recayó en el joven padre José Kentenich, que sería más tarde el fundador de la Obra de Schoenstatt, que tomó su nombre de este lugar.

El centro espiritual de la Obra nació en una pequeña capilla que estaba abandonada, que fue restaurada por los mismos estudiantes, en aquel entonces miembros de una congregación mariana fundada por ellos con la orientación del padre Kentenich.

En 1914, el religioso propone a este grupo de jóvenes consagrarse a la Virgen y ofrecerle todos sus esfuerzos por empeñarse seriamente en su autosantificación y el cultivo de un fuerte espíritu apostólico. A cambio le piden a María Santísima que se establezca en aquella capilla, la transforme en un lugar de gracias y de peregrinación; un taller donde se forjen personalidades santas y apostólicas y donde Ella se manifieste como Madre y Educadora de los corazones juveniles, para que, en el desafiante tiempo actual, puedan seguir a Cristo con radicalidad y comprometerse como apóstoles en al construcción de su Reino. 

Era el 18 de octubre, en septiembre acababa de estallar la primera Guerra Mundial, y esta consagración y compromiso mutuo con la Virgen María denominada «Alianza de Amor» pasó a ser el acto fundante y constitutivo de Schoenstatt. 

Para más información: http://www.schoenstatt2014.org

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ZENIT Staff

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