ROMA, jueves, 5 mayo 2005 (ZENIT.org).- «Algunas personas dijeron “el sueño del obispo se ha hecho realidad” cuando el 21 de abril los sacerdotes y evangelizadores laicos terminaron de visitar prácticamente todos los hogares de mi diócesis», cuenta monseñor Bernardino Marchió.
Dos días hace que el prelado viajó a la sede internacional de «Ayuda a la Iglesia Necesitada» en Königstein (Alemania).
Allí relató el éxito de las visitas. «Un sacerdote incluso me dijo que para él éste había sido el acontecimiento más hermoso que había presenciado en su parroquia», afirmó monseñor Marchió.
«Ahora varias parroquias desean repetir estas visitas evangelizadoras por propia iniciativa», añadió.
El prelado explicó que en la Cuaresma de este año se había formado en todas las diócesis de Caruaru a entre 200 y 300 evangelizadores para esta tarea.
«Además mis 42 sacerdotes se comprometieron, sin excepción, a participar en estas visitas», confirmó.
«En total se distribuyeron unos 180.000 folletos sobre temas relacionados con la fe», subrayó.
Más de 5.600 kilómetros cuadrados abarca la diócesis de Caruaru, en el Estado de Pernambuco (Brasil Oriental). Entre su población, superior a 840 mil habitantes, más del 84% son católicos.
