Católicos italianos construyen 1.200 casas en Burundi

Una iniciativa promovida por el cardenal Tonini

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BUJUMBURA, 11 marzo 2002 (ZENIT.org).- ¿Cuanto cuesta cambiar una vida? En algunos países poco más de mil dólares. Y uno de estos es Burundi. Es el precio de una casita construida con verdaderos ladrillos de la que los niños entran y salen felices por primera vez en su vida.

La iniciativa del cardenal Ersilio Tonini, arzobispo emérito de Rávena, «Casas Burundi» ha entregado ya 1.200 casas surgidas en muy poco tiempo.

Así la sonrisa ha vuelto a las localidades burundesas de Kinama y Kamengue. «La mayor parte de las casas las hemos dado a mujeres viudas de guerra o del sida, con cinco e incluso seis hijos cada una», explica el misionero javeriano Bepi De Cillia, carpintero y arquitecto, que ha coordinado la realización de las viviendas.

El mismo religioso explica que el proyecto tiene lugar gracias «a la ayuda de mucha gente, obreros locales, a quienes de este modo se les ha podido dar un trabajo para no pensar en la guerra».

El dinero ha sido entregado por donativos voluntarios. El cardenal Tonini explica a Zenit cómo le han llegado algunas de estas donaciones.

«Pienso en un jubilado que me escribió una carta con 5.000 liras (dos dólares y medio) en la que me decía –recuerda–: cardenal, he recibido la pensión y es todo lo que puedo dar para las casitas de Burundi. Es poco, pero quiero estar también yo».

Tonini, quien a sus 86 años mantiene su entusiasmo juvenil, narra también el testimonio de una señora de Florencia, que perdió a su hija y con la venta de su apartamento entregó 400 millones de liras (180.000 dólares) para el proyecto.

«Gestos pequeños y grandes, todos igualmente maravillosos cuando se tratar de saciar el deseo de bien», añade.

Hay mucho trabajo que hacer en Kinama. Serán reconstruidas otras 900 casas «para los huérfanos y los enfermos, para otras viudas, para ayudar a esta gente, a sus hijos que tienen necesidad de comida y de vestidos. Esta es una gran esperanza para Burundi», relata el cardenal.

Hay otros proyectos, como la financiación de 500 becas, gracias a la ayuda de la Conferencia Episcopal italiana para la Universidad de Ngozi.

Un millón de dólares provenientes del 8 por 1.000 que los contribuyentes italianos donan a la Iglesia en la declaración de la renta. El fondo será gestionado por el nuncio apostólico, monseñor Michael A. Courtney.

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ZENIT Staff

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