LILONGWE, 2 agosto 2001 (ZENIT.org–FIDES).- El cardenal Francis Arinze, presidente del Consejo pontificio para el diálogo entre las religiones, en nombre de Juan Pablo II, agradeció solemnemente al pueblo de Malawi la acogida que en estos últimos cien años de historia ha ofrecido a los misioneros católicos y con ellos a la fe en la salvación anunciada por la Iglesia.
Escuchaban las palabras del purpurado nigeriano más de 30 mil personas reunidas el 28 de julio pasado en el estadio de Lilongwe, en donde tuvo lugar la ceremonia conclusiva de la celebración del centenario de la evangelización del país africano.
Desde la visita del Papa en 1989, ningún otro evento había reunido a tantos católicos.
En la celebración, el presidente de la República, Bakili Muluzi, recordó la gran contribución que ha hecho la Iglesia al crecimiento del país: escuelas, hospitales, parroquias, etc.. Él mismo, que es musulmán, estudió en la escuela de una misión católica.
El presidente subrayó también la contribución que ofrecieron los obispos católicos a la construcción de la democracia cuando, arriesgando la vida, se opusieron a la feroz dictadura de Kamuzu Banda, en 1992.
El 27 de Julio, en Balaka, el cardenal Arinze presidió el encuentro de más de 8.000 jóvenes provenientes de las 7 diócesis del país. El acontecimiento tuvo particular importancia, pues estos chicos y chicas viven una realidad problemática, como afirma el misionero Piergiorgio Gamba: «La tragedia del sida está afectando sobretodo a los jóvenes, con una cantidad nunca antes conocida de huérfanos, que crecen sin guía ni cariño».
«Prevalece la incertidumbre del mañana –añade–: ni siquiera la escuela es capaz de garantizar un futuro, ya que en aulas masificadas con un maestro por cada cien alumnos se aprende poco».
El cardenal inauguró también las nuevas oficinas del «Montfort Media», la agencia de noticias de los misioneros Monfortanos, la orden que fundó la primera misión en el país en 1901. La asociación de periodistas católicos agrupa ya a más de 50 periodistas.
