Chile: Se declaran «monumento nacional» símbolos de una procesión eucarística única en el mundo

La fiesta de «Cuasimodo»

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SANTIAGO DE CHILE, martes, 30 mayo 2006 (ZENIT.org).- El Estado chileno ha declarado monumentos nacionales –en la categoría de «monumentos históricos»– seis símbolos de la fiesta de «Cuasimodo», tradición campesina del país que manifiesta la presencia eucarística de Jesús Resucitado en medio de los ancianos y enfermos.

Se trata de tres esclavinas, un palio, una custodia y un coche, confirma la Conferencia Episcopal de Chile (www.episcopado.cl).

La palabra «Cuasimodo» procede del latín «Quasi modo»: «Al modo de». Son las palabras de la antífona de entrada de la Misa del segundo domingo de Pascua: «Quasi modo géniti infantes»: «Como el niño recién nacido, ansiad la leche auténtica, no adulterada, para crecer con ella sanos» (1 P 2, 2).

Es el día en que la Iglesia en Chile, en un ambiente de gozo, sale a recorrer calles y caminos para llevar la comunión a los hogares donde se encuentran los enfermos que no pudieron recibir a Cristo Resucitado en la Eucaristía del domingo de Pascua.

Expresión de religiosidad popular de la zona central de Chile, el «Cuasimodo» se celebra desde la época colonial. Es una fiesta única en el mundo católico, según el episcopado chileno.

Dos décadas atrás, en Chile, Juan Pablo II reconoció en la piedad popular un «verdadero tesoro del pueblo de Dios» (La Serena, 5 de abril de 1987).

Entre los símbolos de «Cuasimodo» está la Custodia, donde el celebrante lleva el Santísimo Sacramento para que pueda ser contemplado y venerado por el pueblo. Se emplea para la exposición del Santísimo y en las procesiones en las que éste se transporta, entre ellas el «Cuasimodo».

Le acompañan los «cuasimodistas» a caballo, en coches, carretelas, bicicletas y vehículos, todos adornados con flores y cintas, en una acción conjunta de servicio y solidaridad con el que sufre y está enfermo.

Entre las prendas que usan los «cuasimodistas» en esta celebración está la esclavina, que sustituye al poncho, en señal de que se reviste para un servicio a la Iglesia. Normalmente su color es el blanco, con ribetes amarillos con grabaciones de la cruz, la Hostia, el Cáliz y otras imágenes religiosas.

También llevan durante el recorrido la Cruz que preside la procesión; y el Palio, un dosel portátil sostenido por cuatro o seis varas largas, bajo el cual va el obispo o presbítero llevando el Santísimo. Este Palio resalta el valor del Santísimo, igual al sacerdote que lo custodia.

En la actualidad, desde Arica a Coyhaique, se estiman en más de cien mil los «cuasimodistas», agrupados en aproximadamente 200 «cuasimodos», que acompañan a Cristo Resucitado a los hogares de los enfermos.

La Conferencia Episcopal otorgó, hace más de dos años, personalidad jurídica canónica a la Asociación Nacional de Cuasimodistas de Chile.

Su misión es animar la vida y misión de sus miembros como testigos de Cristo que visita a los enfermos y anuncia la Salvación.

Igualmente busca dar testimonio público de su vida y misión según la tradición del «cuasimodo», que consiste en acompañar a los obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, diáconos o ministros de comunión, que llevan a Cristo Resucitado y Sacramentado a los enfermos que lo solicitan.

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ZENIT Staff

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