China: Campaña del gobierno y la policía contra la canonización de mártires

Sesiones ideológicas y medidas represivas para que no se hable de los santos

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ROMA, 5 oct (ZENIT.orgFIDES).- Sesiones ideológicas para sacerdotes y obispos, amenazas al clero de la Iglesia oficial, un torrente de artículos en los mayores diarios… Estas son algunas de las medidas que ha tomado el Gobierno de la República Popular China para oponerse a la canonización de 120 mártires de China –87 chinos y 33 misioneros– (Cf. «El Papa proclama santos 120 mártires de China».

Según denuncia la agencia misionera de la Santa Sede, «Fides», obispos y sacerdotes de la Iglesia oficial (que han pedido el anonimato) de diversas diócesis de China Popular fueron sometidos a presiones para que «evitasen hablar en público» de la canonización durante las misas dominicales del 1º de octubre.

Un Obispo declaró también que agentes de policía y autoridades del Gobierno asistieron a su Misa, «probablemente para controlar» lo que decía. Otro obispo de China oriental declaró que no pudo mencionar la canonización porque «el gobierno le prohibió hablar». El prelado declaró también que personalidades del gobierno llegaron de Pekín los días precedentes para tener encuentros con líderes eclesiales de la zona sobre este tema.

Un obispo del nordeste dijo que él y su clero tendrán han sido obligados a participar en una serie de encuentros que están teniendo lugar en este fin de semana. Con toda probabilidad se está afrontando y criticando a los mártires canonizados. En esa misma región se han programado encuentros del personal del Departamento de Asuntos Religiosos con obispos y sacerdotes.

A pesar del control, algunos sacerdotes han logrado decir lo que piensan. Un sacerdote de la Iglesia oficial del Norte mencionó durante su homilía del 1 de octubre la canonización de los mártires chinos y la fiesta de santa Teresa de Lisieux. En otra diócesis del nordeste el clero celebró una misa de los santos mártires de China, pero en secreto y durante la noche. Hay que decir que, en muchas diócesis chinas, existen desde hace años iglesias dedicadas a los mártires canonizados el 1 de octubre.

El «South China Morning Post»» (del 01.10.2000) reveló que también la diócesis de Hong Kong fue sometida a presiones para celebrar «en tono menor» la canonización de los mártires chinos. «El 18 de septiembre –dice el artículo– un representante de la diócesis de Hong Kong fue exhortado por personalidades del Departamento de «Liaison» (para los contactos entre China y Hong Kong) a tener las celebraciones a nivel inferior (low key)». Durante todo el fin de semana se tuvieron en Hong Kong encuentros de oración y misas en las iglesias y capillas dedicadas a los nuevos santos. Una solemne celebración se tendrá en la catedral de la Inmaculada el próximo 29 de octubre.

Según el prestigioso diario de Hong Kong, «la reacción de Pekín a la canonización refleja el temor que tiene (el Gobierno) de perder su influencia en los grupos religiosos del país. Las autoridades chinas se oponen al Papa porque nombra obispos sin la aprobación del gobierno y de la Asociación Patriótica… Pero hay signos de que diversos (obispos y sacerdotes) de la organización querida por el Estado desean cumplir cada vez menos la voluntad del gobierno… El gobierno es consciente de que está perdiendo el control y ha decidido usar la canonización como oportunidad para presentar el Vaticano como enemigo de la nación».

La campaña contra la canonización se sirve del apoyo de la prensa y televisión estatales. En los últimos días, los periódicos y sitios de Internet en chino se vieron inundados por artículos, opiniones, análisis «históricos», sobre la actividad de la Iglesia en China y sobre los misioneros extranjeros. En un sólo día (el sábado 30 de septiembre) la redacción de «Fides» pudo comprobar que se publicaron 82 artículos sobre el mismo tema en el sitio chino http://www.sina.com.

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ZENIT Staff

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