CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 10 octubre 2005 (ZENIT.org).- El cardinal Crescenzio Sepe, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, constató este lunes que el gran desafío que afronta este Sínodo es el de quien no puede comulgar porque no conoce a Cristo.
El purpurado italiano lanzó una apremiante exhortación misionera a los padres sinodales, reunidos del 2 al 23 de octubre en un Sínodo sobre la Eucaristía del que surgirán «proposiciones» concretas que luego recogerá Benedicto XVI en un documento (exhortación apostólica postsinodal).
«Hoy hay unos cinco mil millones de personas que no conocen a Jesucristo y, por tanto, no pueden alimentarse de su Cuerpo y de su Sangre», reconoció el responsable de los territorios de misión de la Iglesia católica.
«La Iglesia tiene el derecho y el deber de llevarles también a ellos el pan de la vida y el cáliz de la salvación», aseguró.
«Para este objetivo es necesario que se ofrezca la doctrina eucarística a los no cristianos en su verdad integral, sin ceder a las «modas culturales»» para las que la Eucaristía no tiene una «dimensión mística-real».
Estas modas, afirmó, surgen de una antropología cultural «que relativiza la misma persona de Jesucristo».
«Con la fuerza del Espíritu Santo, el misionero sabrá también hoy implantar la Iglesia entre las gentes, alimentándolas con el Pan de la vida, dado para todos», concluyó.
