Claves de lectura del pensamiento de Juan Pablo II, en un novedoso volumen

«La filosofía personalista de Karol Wojtyla», editado por Juan Manuel Burgos Velasco

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MADRID, miércoles, 7 marzo 2007 (ZENIT.org).- Recorre de manera orgánica los puntos principales del pensamiento filosófico de Karol Wojtyla: es la originalidad del volumen editado por «Palabra» ( www.edicionespalabra.es) de la mano de Juan Manuel Burgos, una auténtica guía de lectura de todos los grandes temas –amor y responsabilidad, persona y acción, familia y comunión- de quien fue Papa.

«La filosofía personalista de Karol Wojtyla» (Palabra, Madrid, 2007) es fruto del I Congreso internacional que dedicó al tema, un año atrás, la Asociación Española de Personalismo (www.personalismo.org).

La preside Burgos -profesor del Instituto Juan Pablo II y de la Universidad San Pablo-CEU (Madrid)-, quien también ha editado la «Trilogía inédita de Karol Wojtyla» y, entre otros textos, ha publicado «El personalismo» (Palabra, 2ª ed.) y «Antropología: una guía para la existencia» (Palabra 2ª ed.).

En esta entrevista concedida a Zenit, Juan Manuel Burgos profundiza en los motivos por los que el nuevo libro constituye una notable aportación a la comprensión de la filosofía de Karol Wojytla y, por tanto, del pensamiento de Juan Pablo II.

–¿Por qué es importante promover el estudio del pensamiento de Karol Wojtyla/Juan Pablo II?

–Juan Manuel Burgos: Juan Pablo II nos ha transmitido un legado doctrinal inmenso, profundo y novedoso, concebido como un desarrollo sistemático del Concilio Vaticano II desde una inspiración personalista. Pero, a pesar de haber convivido durante décadas con este gran Pontífice, creo sinceramente que por el momento no hemos sido capaces de darnos cuenta con radicalidad de la riqueza y originalidad de su pensamiento. Las inercias intelectuales son muy difíciles de cambiar y las novedades sólo poco a poco se hacen hueco en la historia a medida que las miríadas de conexiones mentales que generan una doctrina y una visión se reformulan de acuerdo con las nuevas intuiciones. El problema es que la renovación intelectual del catolicismo en un mundo que se transforma de manera tan vertiginosa es una tarea prioritaria y urgente que no admite demoras. No hay tiempo que perder. La vastedad del problema, sin embargo, puede generar una sensación de pérdida, de desorientación: ¿por dónde ir? ¿qué camino seguir? Pues bien, el camino ya está señalizado. El Concilio Vaticano II proporcionó las claves fundamentales y Juan Pablo II, el conductor de la Iglesia al III Milenio, las ha desarrollado y amplificado. Por eso es tan importante estudiarlo.

–¿Qué repercusiones cree que puede tener una correcta comprensión del pensamiento de Karol Wojtyla/Juan Pablo II? ¿Considera que hay disciplinas en las que la aplicación de su «filosofía personalista» es urgente?

–Juan Manuel Burgos: Creo que ya he apuntado de algún modo la trascendencia de una compresión correcta de su pensamiento. Lo que este libro sostiene es que la clave de esa correcta comprensión –en el terreno filosófico y también en el teológico- es el personalismo. Y sostiene además que Karol Wojtyla ha desarrollado una antropología y una ética muy novedosas, profundamente cristianas y, al mismo tiempo, muy modernas. Es evidente que en el mundo postmetafísico desencantado en el que habitamos, este producto es un artículo de primera necesidad, y por eso me parece muy urgente su desarrollo tanto en el terreno de la ética y la antropología fundamental como en disciplinas cercanas: educación, empresa, psicología, bioética, filosofía de la familia. Este movimiento de profundización ya está en marcha, pero la tarea es inmensa.

–¿Cuál es la originalidad o novedad del volumen recién publicado?

–Juan Manuel Burgos: La originalidad de ese volumen consiste en que recorre de manera orgánica los puntos principales de su pensamiento filosófico, desde su formación intelectual, pasando por sus grandes obras -«Persona y acción» y «Amor y responsabilidad»- hasta sus últimas contribuciones previas a su elección como Papa. Cada uno de los temas ha sido tratado por un experto internacional en la materia por lo que el libro puede considerarse como una introducción detallada y bastante completa a su pensamiento filosófico. Este tipo de estudio, especialmente en lengua española, es algo muy novedoso. El libro, además, salvaguardando la posición de cada autor, mantiene una tesis específica: que Karol Wojtyla ha sentado las bases de un personalismo ontológico muy sólido, es decir, se pronuncia sobre la clave central de su pensamiento.
–¿Cuáles son las aportaciones filosóficas de Karol Wojtyla? ¿Es realmente un gran filósofo o esta valoración está distorsionada por su prestigio como Papa?

–Juan Manuel Burgos: Uno de los objetivos del Congreso era precisamente el de intentar determinar la entidad de su aportación a la filosofía, independientemente de cualquier otra consideración. Y este libro muestra con claridad –aunque han quedado muchos temas pendientes- que su aportación estrictamente filosófica es gigantesca. Señalo sólo algunos puntos: en «Persona y acción» ha realizado una prodigiosa síntesis de fenomenología y tomismo construyendo una antropología moderna sobre la estructura central de la persona con conceptos originales como la comprensión de la libertad como síntesis de autodeterminación y elección, el método transfenomenológico, la autoteleología, la incorporación de la subjetividad, del yo, de la afectividad, una visión muy articulada de la corporalidad, etc. Ha realizado también importantes avances en la ética como el análisis de la experiencia moral entendida como fuente epistemológica de la ética, ha desarrollado la preciosa idea de la norma personalista –la única actitud adecuada ante la persona es el amor- concebida como una transformación del imperativo categórico kantiano, etc. Además hay que sumar sus estudios sobre la familia como comunión de personas, la fenomenología de la sexualidad, la intersubjetividad, la dimensión objetiva y subjetiva del trabajo, la acción humana, etc.

–¿En qué medida el lector no experto en Filosofía puede aprovechar el contenido de este libro?

–Juan Manuel Burgos: La amplitud de los temas tratados permite que el lector no experto en filosofía pueda encontrar muchos temas que le sean útiles: la trascendencia de su obra dramática y poética, la influencia de la cultura polaca en la formación de Juan Pablo II, su visión de la sexualidad, de la conyugalidad, de la familia, del trabajo, de la mujer, de la empresa, etc. Estos artículos son accesibles a un público amplio que pretenda conocer la posición de Juan Pablo II sobre estos temas.

–Celebrado el I Congreso Internacional y publicadas las Actas sobre «La filosofía personalista de Karol Wojtyla», ¿se emprende un camino de estudio nuevo? ¿Qué otras iniciativas tiene en proyecto la Asociación Española de Personalismo?

–Juan Manuel Burgos: La andadura de la Asociación Española de Personalismo, a pesar de su juventud, es muy pujante. Y la razón fundamental no estriba en los méritos de la AEP, sino en la fuerza de la idea que la impulsa. Un proyecto lleva a otro, pues abre nuevos caminos y amplía los horizontes previos. Actualmente acabamos de concluir la III Jornadas de la AEP, que no van a dar lugar a publicación, y hemos comenzado a preparar el siguiente Congreso Internacional (para febrero de 2008) que estará dedicado a la insigne figura de Julián Marías. También queremos dar un nuevo impulso a la página web y aletea el deseo de fundar una revista.

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ZENIT Staff

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