Claves para afrontar las heridas de la vida: propuesta a los peregrinos de la JMJ de Sydney

La gran cita del Papa con la juventud del mundo en julio de 2008

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SYDNEY , miércoles, 4 abril 2007 (ZENIT.org).- Lejos de ser un obstáculo insuperable para una vida de santidad, heridas y debilidades de la vida pueden ser instrumentos apostólicos: es la constatación que se brinda a los jóvenes que ya peregrinan «virtualmente» hacia Sydney (Australia), donde se celebrará la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en 2008.

La e-PEREGRINACIÓN> («e-PILGRIMAGE>»), peregrinación «on-line», es un instrumento completamente nuevo en las JMJ para llegar a los jóvenes peregrinos y prepararles a ese gran encuentro de fe y fiesta con el Papa.

El boletín de abril preparado por la organización de la JMJ ’08 para esta experiencia de e-PEREGRINACIÓN> aborda, en esta ocasión, el valor y el sentido que pueden tener las heridas de la vida, ya sean físicas, emocionales, psicológicas, espirituales o intelectuales.

Las Escrituras, ante todo, revelan su valor, escribe el obispo Anthony Fisher O.P. –coordinador del evento- en su habitual «Mensaje de esperanza» de apertura del boletín.

«Cada uno de nosotros hemos tenido experiencias que nos han herido. A veces pueden pasar años hasta que logran convertirse en “cosas del pasado”», admite el prelado a los jóvenes.

Retoma el obispo Fisher las palabras que, referidas a Jesús, subrayan las reflexiones de Semana Santa: «Por sus heridas hemos sido sanados» (Isaías 53, 5).

Y es que «el Hijo de Dios se hizo hombre para experimentar lo que experimentamos n osotros –explica monseñor Fisher-, pero también para que nosotros compartamos su experiencia».

De hecho, después de la Resurrección, Jesús invita a sus discípulos a tocar sus llagas; les muestra que las heridas sanan y se glorifican en la Resurrección, pero no desaparecerán como si no se hubieran tenido, advierte el prelado australiano.

Desde San Pablo a numerosos santos se nos enseña, además, «que no sólo son los talentos naturales los que Dios utiliza en sus vidas, sino también los elementos heridos», recalca.

«Como así fue en Jesús, nuestro modelo, Dios nos permite experimentar las heridas porque pueden convertirse –si dejamos que Él obre por medio de nuestra debilidad– en fuente de gracias para nosotros y para los demás –explica el obispo Fisher-. En algún modo misterioso, pueden unirse completar las heridas del propio Cristo».

Por eso, el prelado invita a no considerar nunca las heridas y debilidades como obstáculos insuperables para una vida de santidad, sino más bien a tomar conciencia de que, además de que «brillarán sanadas en el Cielo», «pueden ser instrumentos apostólicos en esta vida, para que la gracia de Dios actúe con poder».

ePEREGRINACIÓN>, en su edición de este mes, amplía el tema con la sección «Fundamentos de fe», en la que profundiza en «Las heridas salvíficas de Jesucristo».

Propone además la oración «Alma de Cristo», de perenne actualidad entre los fieles, si bien su origen se remonta al siglo XIV.

El testimonio de este mes es el de la jovencísima Santa María Goretti, mártir de la pureza. Se desgrana la fuerza de su fe y de su perdón, cuando afrontó la brutal agresión –que le causó la muerte- en un intento de violación. El relato recoge además la conversión de su agresor.

Y el lugar de peregrinación «virtual» esta vez es Lourdes (Francia), escenario de las apariciones de la Santísima Virgen María a Santa Bernadette Soubirous el 11 de febrero de 1585. Es meta de peregrinación anual de millones de personas, enfermas en el cuerpo o el espíritu. En el lugar se han registrado multitud de curaciones.

El boletín de abril e-PEREGRINACIÓN>, titulado «Les mostró sus manos y su costado» (Juan 20, 20), se puede descargar en formato «pdf» desde el enlace http://www.wyd2008.org/index.php/es/wyd08_pilgrims/epilgrimage__1.

Del 15 al 20 de julio de 2008 la ciudad de Sydney acogerá la JMJ que reunirá a jóvenes de todo el mundo en torno al Papa. Se espera medio millón de jóvenes en esta primera visita de Benedicto XVI a Australia.

«Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que descenderá sobre vosotros, y seréis mis testigos» (Hechos 1, 8) es el lema elegido para la convocatoria.

Más información e inscripciones en la web plurilingüe de la JMJ’08: www.wyd2008.org.

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ZENIT Staff

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