Colaboración entre el Vaticano y EEUU para luchar contra el sida

Patrocinadores de una conferencia para salvar niños en África

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ROMA, miércoles 21 de octubre de 2009 (ZENIT.org).- Una conferencia que ha reunido en Roma a líderes mundiales en la lucha contra el sida ha puesto de relieve la urgente necesidad de aumentar la prevención de la transmisión de esta enfermedad de madre a hijo.

También ha logrado unir a la Iglesia y a la Administración Obama en una colaboración, potencialmente muy eficaz y fructífera, para salvar las vidas de millones de niños.

La conferencia, de tres días, estaba co-organizada por Caritas Internationalis -una confederación de 162 organizaciones humanitarias de la Iglesia- y la embajada de los Estados Unidos ante la Santa Sede. El encuentro, que acabó el viernes, también apuntó a mejorar el acceso a las pruebas y el tratamiento para los niños que viven con el VIH y con coinfección de VIH/tuberculosis.

La conferencia reunió a los principales expertos en este campo, incluyendo misioneros, trabajadores del ámbito sanitario y el director ejecutivo de ONUSIDA. También participaron representantes de Organizaciones No Gubernamentales, el presidente del Plan de Emergencia para el alivio del sida PEPFAR, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y empresas farmacéuticas.

Cada año, unos 370.000 niños menores de 15 años contraen el VIH, la mayoría a través de la transmisión madre a hijo. Cerca de un 90% de esas infecciones se producen en África, donde hasta 800 niños mueren cada día a causa de esa enfermedad. Los niños se infectan durante el embarazo de su madre, en el parto o durante la lactancia.

“El mundo ha abandonado a esos niños porque, aunque hay medidas baratas y efectivas para prevenir la transmisión del VIH a los no nacidos y a los niños, la mayoría de las mujeres que han contraído el virus del sida no saben de ellos o no tienen acceso a ellos”, explicó la secretaria general de Caritas Internationalis, Lesley-Anne Knight, en su discurso de apertura. “Ésta es una tragedia terrible, pero también un escándalo, porque podemos hacer algo al respecto”.

Knight añadió que no se están dedicando suficientes esfuerzos para diagnosticar su estado ni se están aplicando tratamientos adecuados apropiados para niños infectados por el VIH, el 50% de los cuales muere antes de cumplir los dos años.

Por esta razón, Caritas Internationalis lanzó la campaña HAART para Niños a principios de este año. La iniciativa exhorta a los fabricantes de productos farmacéuticos y de diagnóstico, a los gobiernos y a las instituciones académicas y de investigación a desarrollar y proveer mejores medicinas y pruebas para niños, que puedan usarse en áreas de rentas bajas y rurales.

La ampliación de la cobertura hasta hacerla universal fue el punto central de muchas intervenciones. “La infección por el VIH ciertamente no es sólo un problema científico, sino un problema mucho más complejo, económico y social”, dijo el doctor Giuseppe Profiti, presidente del Hospital de niños Bambino Gesu, afiliado al Vaticano. “Se trata de la redistribución de los conocimientos, los medios, los resultados, los recursos y la ciencia en general (···) para cubrir a todo el mundo, si es posible”.

La medicina de la justicia social

El director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibe, argumentó que el acceso universal a las medicinas y a los recurso es principalmente una cuestión de justicia social. “Se trata también de abordar las causas subyacentes de la desigualdad, construyendo un sistema de entrega que sea menos costoso pero que llegue a la mayoría de aquellas personas que, lamentablemente, no tienen voz.”, explicó. Citando a Martin Luther King, Sidibe destacó que “cuando el mundo se preocupa lo suficiente, los recursos pueden hallarse”.

Entre las maneras eficaces para frenar la transmisión de madre a hijo se encuentran pruebas del sida y educación de los padres, aconsejar a las mujeres infectadas por el VIH para evitar embarazos no deseados, y prevenir la transmisión del virus a través del uso de medicamentos antiretrovirales y hábitos infantiles más seguros.

La Iglesia tiene una función mayor en la ampliación de esta prevención totalmente a su alcance, afirmaron los ponentes. Ya la está desempeñando a gran escala con un ejército de dedicados voluntarios que trabajan en este ámbito, y es responsable de entre el 30 y el 70% de la asistencia sanitaria en varios países en vías de desarrollo, afirmó el doctor Carl Stecker, asesor técnico para el VIH/sida en Servicios Católicos Alivio. “Esto es algo que podemos hacer, en lo que podemos brillar, y que es bastante poco controvertido”, dijo.

En parte, este aspecto no controvertido es el que promete una mayor colaboración entre la Iglesia y el sector público, incluso mientras algunos gobiernos pueden favorecer la distribución de preservativos como parte de sus programas de prevención del sida. “Hay mucho en común aquí”, dijo monseñor Robert Vitillo, director de actividades de amparo relacionadas con el sida de la delegación de Caritas en Ginebra. “Pero eso no significa que nosotros estemos de alguna manera retrocediendo en nuestra insistencia de intentar prevenir con un comportamiento responsable dentro del matrimonio. Hacemos las dos cosas”.

El embajador de los Estados Unidos ante la Santa Sede, Miguel H. Díaz, acogió con beneplácito lo que él considera un verdadero potencial para la colaboración entre la Administración Obama y la Iglesia en este tema, en parte debido a la falta de áreas en las que las dos se han encontrado. “Ése es un ejemplo concreto de ir juntos, para centrarse en el cuidado de los niños, y por eso nos estamos centrando en la prevención y el tratamiento de los niños y las madres en aras de una causa común”, dijo a ZENIT.

“Yo he sostenido desde el principio que voy a ser un constructor de puentes y voy a intentar, tanto como me sea posible, engranar las dimensiones positivas y aquellas áreas en las que podemos colaborar”. Dijo que esto era un ejemplo de ello y, aunque hay algunas áreas de desacuerdo, “desde luego hay muchas cosas que podemos hacer juntos aquí para salvar a los niños”.

Relaciones de colaboración

Desde que el PEPFAR fue establecido por el presidente de los Estados Unidos George W. Bush en 2003, métodos efectivos de prevención de la transmisión de madre a hijo han aumentado significativamente en todo el mundo, según Deborah Birx, directora del Programa Global sida, del gobierno federal. El presidente Obama ha destinado más de 65 billones de dólares a combatir el sida, la tuberculosis y la malaria por encima de los seis años.

El doctor Antonio Gerbase, del departamento de VIH de la OMS, reveló que la prioridad de la OMS para el 2010 y 2011 será el tratamiento de mujeres y niños, y la prevención de la transmisión del VIH/sida de madre a hijo. “Junto a la Iglesia católica y a otros colaboradores, nos gustaría avanzar en esto, porque ellos llegan a poblaciones a las que a menudo resulta difícil llegar”, dijo. “Para nosotros, ésta es una colaboración muy fructífera”.

Pero todavía queda un largo camino por recorrer, y ponentes que trabajan en este ámbito ofrecieron ejemplos concretos sobre cómo podría aumentar la colaboración. La Hermana María Theresia Honemann, enfermera de la Congregación de las Siervas Misioneras del Espíritu Santo, señaló que el tratamiento antiretroviral es demasiado caro para los pacientes. “En principio, esto es responsabilidad del gobierno”, dijo, “pero muy a menudo, lo que recibimos de los gobiernos es apatía y una negativa absoluta incluso a reconocer el problema”.

La Hermana Isabelle Smyth de las Médicas Misioneras de María dijo que los recursos necesitan también ser distribuidos educando a las madres y los niños sobre cómo usar medicamentos antiretrovirales, y en la nutrición, para alimentar a los enfermos de sida una vez han sido tratados. “Aquí es
donde el PEPFAR, Bill Gates y otros que están dando dinero necesitan darse cuenta de que es necesario que nos lo deis de una forma integral”, dijo.

Centrándose en la prevención antes de la infección, otro participante pidió un mayor énfasis en la educación, sembrando valores cristianos, y en la necesidad de hacer hincapié en que el tráfico de personas y el tener relaciones sexuales con varias personas es una “causa enorme” de la propagación del VIH.

Representantes de las empresas farmacéuticas GlaxoSmithKline, Abbott Laboratories y Eli Lilly and Company ofrecieron presentaciones sobre sus progresos en la producción de mejores pruebas y medicamentos sobre el sida y sobre cómo lo están haciendo gratuitamente o sin fines lucrativos para los países pobres del mundo. Pero los participantes en la conferencia destacaron que demasiado a menudo los medicamentos son inadecuados para niños y no tienen fórmulas y dosis adecuadas.

En cuanto a las soluciones, los aspectos técnicos y las cifras, los participantes no quisieron perder la importancia humana de los debates. “En el análisis final”, dijo Lesley-Anne Knight, “no estamos tratando con estadísticas globales, sino con vidas individuales, preciosas”.

El embajador Díaz llegó a decir que si una vida se salvara como resultado de este encuentro, la colaboración entre el gobierno de los Estados Unidos y la Iglesia en esta cuestión “ya habría marcado la diferencia”.

[Por Edward Pentin, traducción del original en inglés por Patricia Navas]

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Edward Pentin es un escritor freelance que vive en Roma. Se puede contactar con él en: epentin@zenit.org.

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ZENIT Staff

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